Mañueco es el segundo apellido de Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la región española de
Castilla y León, como
Feijóo es el segundo apellido de Alberto Núñez Feijóo y
Zapatero es el segundo de José Luis Rodríguez Zapatero. Son segundos apellidos diferentes a los mas normales como Suárez, Sánchez o González, por los que son conocidos Adolfo, Pedro o Felipe. Aznar es primer apellido de José y Calvo-Sotelo es un compuesto reconocido en España, tanto de Leopoldo como de José.
Mañueco se ha alegrado muchísimo del triunfo de Macron, reelegido presidente de la República Francesa. Así se lo ha expresado en las redes sociales: ”Su triunfo en las elecciones presidenciales francesas representa la moderación y el diálogo, así como la defensa y el valor de la Unión Europea. Castilla y León seguirá estrechando lazos comerciales, económicos y culturales con Francia”.
Es sonrojarte que el presidente que gobierna con Vox haga este doble juego -absolutamente cínico e hipócrita- alegrándose de un triunfo, al tiempo que sus socios de gobierno se hacían una foto con la contrincante de Macron,
Marine Le Pen. Así es. El dirigente de
Vox, Jorge Buxadé, portavoz y eurodiputado de Vox, expresó que “El apoyo del 45% de los franceses es un extraordinario resultado para Marine Le Pen y sería un gran error ignorarlo”. Con estas palabras, Jorge Buxadé,en una foto con
Macarena Olona y Le Pen, concluye que “Es necesario que las oligarquías entiendan que no se puede confinar políticamente a la mitad de los europeos”. Algo exagerado por parte del antiguo fervoroso falangista.
No puede nadie escandalizarse por la incoherencia de algunos de nuestros políticos. Aitor Esteban lo ha expresado perfectamente: "ha sido él (por Mañueco) quien ha introducido con carteras de peso en su gobierno a la ultraderecha”. Del mismo tenor de incongruencia son las felicitaciones de Feijóo o
Moreno, que están ya en la pista de salida de hacer para el gobierno andaluz o nacional la misma operación, si se presenta la ocasión. ¿Para qué escandalizarse? Lo harán, con absoluta seguridad, si se presenta la oportunidad de gobernar. Lo único que se les puede pedir es que no tomen por tontos a los ciudadanos. Que hagan lo que -por sus intereses- les convengan políticamente, pero que no traten como estólidos de remate a la población española.