En el conjunto de la provincia, las pérdidas se elevaron a algo más de 112 millones de euros, lo que supone un incremento aproximado del 15 por ciento respecto al temporal que azotó a toda la zona en 1996. El término municipal de Jerez fue el más afectado por las lluvias, el viento y las inundaciones, registrándose unas pérdidas totales de 28,8 millones de euros.
Detrás de la campiña de Jerez se sitúa la comarca del Campo de Gibraltar, donde los daños han ascendido a 25,8 millones de euros; situándose a continuación la Costa Noroeste y La Janda, donde se han registrado daños por valor de 11,4 y 11 millones de euros, respectivamente.
La comarca menos afectada por el temporal de lluvia y viento y las posteriores inundaciones fue la de la Sierra, donde los daños se han cuantificado en apenas 5,4 millones de euros.
A nivel general, las infraestructuras concentran casi el 50 por ciento de los daños totales registrados en la provincia, con unas pérdidas estimadas de 52,9 millones de euros; mientras en los cultivos se han observado daños por valor de 38,5 millones. El temporal también ha provocado erosiones en el terreno, valoradas en 17,1 millones de euros; y pérdidas en la ganadería, estimadas por Asaja en 3,3 millones de euros.
Las mayores pérdidas registradas en la campiña afectan a las infraestructuras, donde se han cuantificado los daños en 31,6 millones de euros. A continuación se sitúan los cultivos (15,2 millones de euros), la erosión (9,9 millones) y la ganadería (1,3 millones).
Algo parecido ocurre en el término municipal de Jerez. De los 28,8 millones de euros de pérdidas, algo más de 13 corresponden a las infraestructuras; siendo de menor envergadura los daños en los cultivos (7,8 millones), la erosión (5,4 millones) y la ganadería (587.555 euros).
El presidente de Asaja-Cádiz, Manuel Vázquez espera que la respuesta de las administraciones sea similar a la registrada en 1996, cuando se firmaron decretos para facilitar la concesión de créditos a bajo interés que permitieran la recuperación de las infraestructuras dañadas o la condonación del IBI rústico en los municipios más afectados por el temporal.
De momento, la organización agraria ha encontrado “buena predisposición” en las administraciones, aunque ahora espera que esa acogida inicial se traduzca lo antes posible en la articulación de medidas concretas que vengan a paliar los efectos del temporal.
Con independencia de esas iniciativas, Asaja entiende que las administraciones deberían mostrarse especialmente “sensibles” con aquellos jóvenes agricultores que, en las zonas regables, están desarrollando proyectos “innovadores”, toda vez que el temporal puede llevar “a la ruina” a muchos de ellos. Vázquez recordó que en la mayoría de los casos estos agricultores han perdido cultivos de “alto costo”.
A pesar de la sensibilidad encontrada en el conjunto de las administraciones, Vázquez censuró la gestión del temporal llevada a cabo por la Agencia Andaluza del Agua -que depende de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía-, lamentando entre otras cosas que su director gerente, Juan Paniagua, no se hiciera presente en la provincia coincidiendo con el temporal y las inundaciones.
Además, la organización agraria cuestiona la política informativa de la Agencia Andaluza del Agua, sobre todo en lo que se refiere a los desembalses que trajeron como consecuencia la crecida de ríos como el Guadalete y su consiguiente desbordamiento. De igual modo, el presidente de Asaja-Cádiz advirtió de que “es necesario mejorar” la gestión del trasvase del Guadiaro al Majaceite.
Desde Asaja achacaron buena parte de lo ocurrido al estado en el que se encontraban los cauces de los ríos y arroyos cuando comenzó el temporal. A juicio de Vázquez, “no es lógico” que los cauces estén “absolutamente abandonados” por las administraciones públicas, demandando incluso que se facilite a los agricultores los permisos oportunos para que sean ellos mismos quienes puedan actuar “con absoluto respeto al medio ambiente y al dominio público hidráulico”.
Recientemente, la Junta anunció una inversión de 400.000 euros para llevar a cabo actuaciones de emergencia en el cauce del Guadalete.Vázquez entiende que estos trabajos no pueden ejecutarse aún dado el estado en el que se encuentra el río, así como el riesgo que existe de que vuelvan a registrarse fuertes precipitaciones. En cualquier caso, a la organización agraria le “gustaría” que la Administración autonómica se decidiera a actuar “no sólo” en el cauce del Guadalete, sino en otros ríos y arroyos de la provincia que se encuentran igualmente abandonados.
