El propio comisario de la Policía Nacional, Andrés Garrido Cancio, compareció ayer en rueda de prensa para dar cuenta de los detalles de la operación, acompañados por los agentes que participaron en este importante golpe. Los hechos, según relató, se remontan al pasado 12 de febrero, cuando estas figuras fueron sustraídas en la emblemática iglesia, que está clausurada por obras, tras ser arrancadas del baldaquino del altar mayor. No obstante, como reconoció, ni siquiera el personal que realiza los trabajos ni el propio párroco echaron de menos a los cuatro evangelistas, los arcángeles y la sucesión de imágenes desaparecidas, dado que estaban cubiertas con una lona para resguardarlas de las obras.
No obstante, las investigaciones propiamente no comenzaron hasta el pasado 14 de febrero, cuando una dotación radiopatrulla de seguridad recibió una llamada de un ciudadano que había encontrado las piezas en una nave abandonada del interior de la finca El Cotito, junto al Colegio de Sordomudos de Jerez, envueltas en unos sacos blancos. Al parecer, la intención de los delincuentes era “colocarlas en el mercado pero no han encontrado a nadie, porque a la gente este tipo de mercancía le suele echar para atrás”, señaló Garrido. En estos momentos, las figuras, que datan de finales del siglo XIX y tienen hasta 100 centímetros de altura, se encuentran en pleno proceso de tasación, pero el comisario ya advirtió ayer que tienen un valor artístico “incalculable”. Así, aparte de las tres de 100 centímetros de altura que representan a los ángeles, hay otras siete que cuentan con 60 centímetros de altura que encarnan a distintos santos, a las que hay que sumar otras 18 más de 40 centímetros de altura.
dos robos en una semana
La detención de los presuntos autores, naturales de Jerez y dos de ellos con antecedentes policiales, fue posible a los cuatro días del hallazgo, tras producirse un nuevo robo en el mismo templo y recuperar un vehículo que contenía en su interior velas de bautismo. En un primer momento, los efectivos localizaron al hijo del propietario del coche, que lo utilizó sin el consentimiento de su progenitor, mientras que los otros dos presuntos autores fueron arrestados a comienzos de semana y pasaron el pasado jueves a disposición judicial acusados de un delito de robo con fuerza en las cosas. Se da la circunstancia de que uno de los detenidos había regalado una de las figuras de bronce sustraídas a un amigo, que pudo ser recuperada también por los funcionarios policiales, completando las 29 piezas que faltaban del baldaquino del templo, donde a partir de ahora estarán más en alerta que nunca.
