Un año más, los populares barrios del Doctor Vázquez y la Dehesa aclamaron la entrada de Jesús en Jerusalén a lomos de una burra. La Hermandad de Nuestro Padre Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén y María Santísima de la Paloma inició su estación de penitencia en la parroquia de San Antonio de Padua a las 11.00 horas. Como ya es tradicional, la alegría y el colorido de la chiquillería volvió a ofrecer un desfile magnífico a vecinos y turistas. Esta Hermandad se ha convertido en la verdadera escuela cofrade de Ronda, donde los más pequeños dan sus primeros pasos.
La Banda de Música de Cuevas del Becerro acompañó al trono del Señor, con margaritas corinto, lirios y palmeras blancas, y la Banda de Música Arunda de Ronda puso el sonido a los pasos de María Santísima de la Paloma, con claveles, rosas y margaritas blancas. Este año, la Pollinica no ha contado con ningún estreno, dada la actual situación de crisis económica.
La Pollinica entregó por la tarde el sentimiento cofrade a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Prendimiento y María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos y San Juan Evangelista. Otro barrio cofrade, el de San Cristóbal, arropó la salida de sus Titulares. De nuevo, aceras y balcones repletos para acompañar en su recorrido a los dos pasos.
El año pasado, el Prendimiento sorprendió con el estreno espectacular de cuatro nuevas figuras que completaban el paso del Misterio (San Juan Evangelista, San Pedro, Centurión y Esclavo). Este año Nuestra Señora del Rosario puso en la calle una nueva saya bordada en oro y confeccionada con un traje de luces donado por el torero Francisco Rivera Ordóñez. El Prendimiento, cuyo recorrido se prolongó durante aproximadamente seis horas, contó con la música de la Banda de Cornetas y Tambores del Rosario (Arriate) y la Banda de Música Virgen del Castillo (Lebrija).
Lamentada pérdida
Nuestro Padre Jesús de la Salud en su Prendimiento, conocido en Ronda como 'Er Manué', y su Madre culminaron un Domingo de Ramos que se tornó, a medida que avanzaban las horas, más triste. Con el Prendimiento en la calle, la Puerta del Obispo de la Iglesia de Santa María de la Encarnación La Mayor se abrió con media hora de retraso para derramar el sentimiento cofrade más puro. Quizás fue el momento más emotivo que vivirá la Semana Santa rondeña. José Muñoz, hermano mayor de Los Gitanos, murió este año en un vil asesinato, por lo que se plantearon no salir.
La Hermandad no dejó indiferente a ninguno de los presentes desde su salida, por el estrecho pasaje Vicente Becerra, hasta su recogida de madrugada. Este año, los estrenos han sido una nueva rampa que compartirá con la Hermandad del Silencio.
Emotiva tristeza, acariciada por alguna que otra saeta a lo largo del recorrido, que deja patente el fortalecimiento de la fe tras los duros golpes que da la vida.