Expertos y regantes reunidos en el Foro AgroGO!, promovido por AgroBank para impulsar los grandes retos de la agricultura de riego andaluza, apuntan que la diversificación del "mix hídrico" con nuevas fuentes alternativas diferentes a las aguas superficiales y subterráneas será "fundamental" para que la agricultura de riego pueda compensar el impacto negativo sobre la disponibilidad de recursos hídricos provocado por el cambio climático.
Según ha informado en una nota la organización de este evento celebrado en la sede de Tecnova, en el Parque Tecnológico de Almería, de acuerdo con los modelos de Aemet, el cambio climático traerá también un incremento de la temperatura de 1,5 grados en Andalucía para el año 2040, lo que aumentará las necesidades de agua de los cultivos.
Es por ello que la planificación del nuevo ciclo hidrológico triplica en Andalucía los recursos procedentes de la desalación y la regeneración, y los eleva a 338 hm3/año, de los que 300 se concentran en las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, donde las inversiones previstas en estas infraestructuras representan una oportunidad histórica para minimizar su déficit hídrico histórico
En concreto, la planificación hidrológica de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas prevé más de 100 hm3/año de aguas regeneradas y más de 198 de aguas desaladas. Con ellos, puede pasar de un déficit hídrico actual estimado en 183 hm3/año a uno de apenas 15 hm3/año.
Sin embargo, afirman que el impacto sobre el resto de cuencas andaluzas es "muy poco significativo", pues no se contemplan aguas desaladas para el resto de cuencas andaluzas, y por debajo de 30 hm3 en aguas regeneradas en el resto de cuencas andaluzas.
Los regantes coinciden con las administraciones en la necesidad de apostar por las nuevas fuentes alternativas, de especial interés para el litoral, donde "cabría una mayor apuesta en cuencas como el Guadalete-Barbate y Tinto-Odiel y Piedras, pero sin renunciar a mejorar la garantía de los recursos convencionales invirtiendo en presas y balsas, modernización y trasvases".
Asimismo, inciden en la necesidad de contar con el agua a un precio razonable y asumible para el desarrollo sostenible de la agricultura de riego, en un contexto de pérdidas económicas causadas por las restricciones y fuerte presión de los costes eléctricos.
El debate ha estado "marcado por la gravísima situación de sequía" que sufre Andalucía -con la reserva de agua por debajo del 27 % en la región, y algunas provincias como Almería en una situación especialmente delicada, con los embalses al 15 %- y por la preocupación que provoca el impacto del cambio climático sobre la garantía de agua en el futuro.
Han subrayado que, si se comparan últimos cuarenta años con los últimos ochenta, éstas han descendido un 11 % en el Guadalete-Barbate, un 8 % en el Guadalquivir, un 5 % en las Cuencas Mediterráneas Andaluzas y un 3 % en el Tinto-Odiel-Piedras.
Y las proyecciones de la planificación hidrológica para el año 2040 son de una reducción de las lluvias de hasta el 10 % en Guadalete-Barbate, el 9,1 % en las cuencas mediterráneas andaluzas, el 8,3 % en Tinto-Odiel-Piedras y el 6 % en el Guadalquivir.