El 95% de los casos de anorexia y bulimia se dan entre niñas de 13 a 16 años, "preocupadas por el culto al cuerpo a pesar de su juventud y al encontrarse en un momento importante de su crecimiento", continuaba.
La llegada del calor, el cambio de armario y las salidas continuas inducen a las más jóvenes a "una mayor preocupación por su estado físico, que a veces acaba en enfermedad", explicaba el presidente de Adaner.
Lo que durante estos meses se traduce en un régimen para perder algunos kilos, "dos meses después se traduce en el hábito de dejar de comer y la obsesión por adelgazar". Y es que David Gómez asegura que el próximo mes de septiembre las familias comenzarán a darse cuenta de los problemas que tienen sus hijas, apareciendo así nuevos casos de afectadas.
En los últimos años la atención de jóvenes enfermas de anorexia y bulimia ha aumentado en torno al 20%. "Estamos planteando atender en la Asociación en un horario más amplio, ya que ante la demanda la psicóloga ha pasado de contar con una hora y media para la atención de las niñas a apenas veinte minutos de terapia", argumentaba el presidente.
El tiempo de recuperación de una persona que ha caído en estas enfermedades puede aplazarse a más de cinco años. Desde Adaner aseguran que ante la temprana detección de la enfermedad en una persona joven es "menos complicado que quiera seguir un tratamiento para curarse".
La Asociación cuenta con 77 socios y atiende mensualmente a 40 personas. Actualmente busca que "las familias se involucren más, no sólo los padres de las niñas afectadas, sino los de aquellas que han superado la enfermedad porque sus testimonios pueden ayudarles".
Con talleres, les ayudan a afrontar el verano y usar la ropa de baño y a reforzar su autoestima.