La Portavocía del Ministerio de Exteriores de
China calificó a los Estados Unidos como un "imperio de mentiras" en reacción a un
informe reciente del Departamento de Estado del país norteamericano que
acusaba al gigante asiático de invertir miles de millones de dólares para difundir desinformación a nivel global.
La Cancillería china argumentó este sábado que el informe de Washington, en sí mismo, es desinformación, ya que tergiversa los hechos y la verdad.
Señaló que Estados Unidos es el inventor de la
“instrumentalización del espacio de información global” y lo utiliza para la
propaganda y la infiltración bajo el nombre de "compromiso global", describiéndolo como una fuente de desinformación y el centro de comando de "guerra perceptual".
El comunicado de la Portavocía hizo referencia a
ejemplos históricos, como la Operación Mockingbird, que manipuló a los medios de comunicación durante la Guerra Fría, así como la difusión de
información falsa para justificar guerras en Irak y Siria.
A su vez, Pekín aprovechó para defenderse una vez más de las acusaciones vertidas sobre la política de China en contra de los derechos humanos en Xinjiang, las cuales describió como “enormes mentiras”.
"Algunos en los Estados Unidos pueden pensar que pueden prevalecer en la guerra de la información siempre y cuando produzcan suficientes mentiras. Pero la gente del mundo no está ciega", rezaba el comunicado.
Estados Unidos acusó este jueves a China de promover la censura y el "autoritarismo digital" en todo el mundo mediante "métodos engañosos y coercitivos" como parte de sus esfuerzos propagandísticos.
Estas son las conclusiones de un informe publicado por el Departamento de Estado de EE.UU. bajo el título "Cómo la República Popular China busca alterar el panorama informativo mundial".
El documento advierte a todos los países que Pekín "invierte miles de millones de dólares cada año en manipular información" para promover opiniones positivas sobre China.
El Departamento de Estado lanzó el reporte a pesar de la política de acercamiento entre ambos Gobiernos, que se ha materializado con varias visitas de funcionarios estadounidenses a Pekín para fijar "canales de comunicación estables".
Los dos países están además en conversaciones para organizar un encuentro entre el presidente de Estados Unidos, Joe Bien, y su homólogo chino, Xi Jinping, que Washington desea que ocurra antes de fin de año.