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?Tras Avelino no ha habido un alcalde que haya puesto interés por la ciudad?

Fue el primer presidente de la Federación de AAVV Isla de León y uno de los grandes protagonistas en la conmemoración del 25 aniversario de la entidad.

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Luis Campos Jiménez pasará a la historia de San Fernando como el primer presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos Isla de León, que el pasado fin de semana conmemoró el 25 aniversario de su fundación. Tras un breve paréntesis de varios años en la década de los 90 debido a sus obligaciones profesionales, regresó en el 2004 como responsable de la vocalía de Tráfico del ente vecinal, además de ser presidente de la AVV La Marisma. Nacido en Cádiz, lleva más de 35 años viviendo en La Isla y es conocedor como nadie de todo lo que se cuece en un mundo tan complejo como es el movimiento vecinal, del que La Isla es uno de sus máximos exponentes.

—¿Se esperaba que 25 años después de aquella ‘locura’ que inició con sus compañeros de junta el movimiento vecinal estuviese hoy día más vivo que nunca en San Fernando?
—La verdad es que no. Es algo de lo que hoy día me siento orgulloso, y mucho más después del reconocimiento que nos hicieron en la cena del 25 aniversario a aquellas personas y a aquellas asociaciones que la fundamos. Fui presidente de la primera Federación que se fundó el 23 de mayo de 1985 y fue un orgullo para mí.

—¿Qué se necesita para ser dirigente vecinal?
—Sobre todo hay que tener mucha voluntad y ganas de trabajar. Y es que por mucho que hagas por tu asociación o por la Federación, siempre habrá gente que esté descontenta. Muchas veces nos convertimos en el centro de unas críticas que no nos merecemos, pero yo pienso que poniéndole ganas y estando siempre en la lucha vecinal es algo que al final merece la pena.

—¿Cómo se contenta a las 44 asociaciones de vecinos que forman la Federación y que cada una tiene a su padre y a su madre?
—Eso es algo que quizás sepa contestar mejor que yo Antonio Romero, que actualmente es el presidente de la Federación, pero lo cierto es que es complicado porque cada uno tiene su propia opinión sobre una cosa y es ahí donde está el qui de la cuestión dentro del movimiento vecinal. En mi caso, en estos momentos estoy llevando Tráfico y Transporte, un tema bastante complejo y en el que nunca llueve a gusto de todos.

—¿Cómo es posible que en una ciudad tan complicada como San Fernando por su idiosincrasia exista tanta cohesión entre las asociaciones de vecinos, siendo una de las federaciones más importante a nivel de toda Andalucía?
—Si no me equivoco y mis cálculos son exactos, tengo entendido que es la ciudad andaluza donde hay más asociaciones federadas. Yo creo que el secreto en que todos los que formamos la junta directiva de Isla de León trabajamos a tope. Le echamos muchas horas y, en mi caso, casi todos los días me estoy dando vueltas por las asociaciones, que aunque no me vean, tienen que saber que estoy encima para ver si se está llevando a cabo el repintado de los pasos de cebra o se están colocando las señales demandadas.

—¿Qué opina de esos comentarios que siempre circulan por la calle y que dan a entender que los miembros del movimiento vecinal son poco ‘bocas agradecidas’ de los que gobiernan?
—Es cierto que en la viña del señor hay de todo y existe asociaciones que son claramente partidistas. Muchas de ellas, no todas, siempre quieren negociar cara a cara con el Ayuntamiento sin contar con la Federación.

—¿Creen verdaderamente que la clase política hace caso a sus peticiones o sólo les escuchan y luego obran como mejor le parece?
—Esa es una buena pregunta y con el corazón le digo tajantemente que no. No porque nos dan pares y nones y el gobierno que esté, sea del color que sea, debe de escuchar a la Federación porque además tiene a sus espaldas a 44 asociaciones de vecinos, es decir, que aglutina a casi el total de población que tiene San Fernando. De verdad que es lastimoso que tengamos que llevar a cabo manifestaciones o concentraciones porque se rehuye al diálogo. Deberían de escucharnos mucho más, porque para lo bueno o para lo malo representamos a la amplia mayoría de esta ciudad. Yo tengo un dicho que suelo utilizar y es el que dice que yo hago la política a costa del político, porque el político la hace a costa mía.

—Por su respuesta, se puede decir que el término Participación Ciudadana dista mucho de lo que en realidad debería de ser en el caso de San Fernando.
—Está claro. Cada uno va a su bola y pienso que partir de ahora hay que tomarse mucho más en serio el asistir a las manifestaciones que se programan si el equipo de gobierno que esté no hace caso de los problemas que padece la ciudad y que exponen sus vecinos.

—¿Recuerda alguna anécdota de su época como presidente?
—Me acuerdo de una que me sucedió con el difunto alcalde Avelino Arias. Estábamos en una mesa reunidos con el equipo de gobierno y fue cuando nos anunció que se iba a construir el complejo de Bahía Sur y salté y le dije que eso era una utopía y le cayó muy mal. Sin embargo, fue el alcalde que luchó por ese proyecto y gracias a él salió adelante, aunque haya algunos partidos políticos que se quieran poner medalla a costa de Bahía Sur. Fue el que verdaderamente luchó.

—Aparte del malogrado Arias Soto, ¿ha habido algún político que le haya marcado o le marcase en su época de presidente?
—La verdad es que no. Dejé la Federación en el año 90 y estuve separado catorce o quince años, hasta que volví a entrar en el 2004 como presidente de Marisma y Antonio (Romero) fue a buscarme para que le echara una mano en Transporte y Tráfico, que es de lo que más entiendo porque he estado dentro trabajando como inspector de la Compañía de Tranvías, pero lo cierto es que no me caló ni me ha calado nadie. No digo que no se haya por San Fernando nada porque se han hecho muchas cosas, pero he decir que después del señor Avelino no he visto unos alcaldes que se tomen mucho interés por esta ciudad.

—¿Es compatible ser presidente o dirigente de la Federación con tener un color político?
—Pues claro que sí. Todo el mundo dentro de la junta tenemos nuestra ideología política, pero lo que tenemos que tener claro que la Federación como tal es incolora y de hecho lo es.

—El actual presidente teme por el futuro de la Federación porque la gente joven no termina de engancharse al movimiento vecinal, ¿teme que no se puede celebrar su 50 aniversario?
—Veo que es un problema que está ahí y en el que le tengo que dar la razón a Antonio. Es una cuestión que no afecta solo a la Federación, sino también a las asociaciones de vecinos. No tenemos una varita mágica para arreglarlo, pero está claro que algo hay que hacer. Por mucho que quieres meter savia nueva en la junta a los dos días se aburren. Por el momento tienen que ser personas como nosotros, que estamos jubiladas y tenemos tiempo para todo, a pesar de que también nos cuesta nuestras peleas conyugales. Los que estamos ahí tenemos nuestra edad y tarde o temprano tendremos que dejarlo, pero está claro que no me gustaría la Federación se perdiese. Yo sé de más de uno que aguantaría hasta que sus fuerzas le dejasen e inclusive seguirían yendo con un bastoncito. Una Federación impone mucho en una ciudad y no sería bueno que se pierda.

—¿Cómo ve usted el futuro de San Fernando después de todo lo que ha sucedido en los últimos meses?
—Lo veo un poco negro y me pongo el traje de pesimista. Pienso que tenemos un problema serio con los partidos políticos, ya que nadie saca la mayoría suficiente para poder llevar a cabo su programa de gobierno. Lo único que tengo claro es que es necesario que entre en el Ayuntamiento un partido político que, sobre todo, quiera a San Fernando. Yo siempre pongo el ejemplo de Cádiz, donde Teófila Martínez, que no es de aquí, se desvive por esa ciudad y creo que será alcaldesa hasta que ella quiera. Esta ciudad puede ser una de las punteras dentro de Andalucía, pero para ello es necesario que se tomen en serio muchas cosas. Por ejemplo, tenemos una playa que teniendo las condiciones que tiene está poco explotado y eso generaría puestos de trabajo. Tenemos el ejemplo de Chiclana o Benalup, que ni siquiera tiene playa, pero se le pone mucho interés a las cosas y se consiguen. Entiendo que esto no es cosa de dos días, pero que con voluntad se puede hacer. Le voy a decir una cosa, yo no soy de San Fernando pero defiendo más a esta tierra que muchos isleños.

—Sacando un poco del contexto la entrevista, ha dicho usted antes que ha sido inspector de los autobuses urbanos durante muchos años, ¿cómo ve desde su perspectiva las obras que se han llevado a cabo en la calle Real para el futuro paso del tranvía por la ciudad?
—El proyecto del tranvía va aparejado a la modernización y entiendo que es algo que, a pesar de las molestias que haya podido ocasionar, hay que soportarlo. De todas formas, pienso que hay una cosa que es fundamental y es que lo que era la vértebra principal para los del gremio del autobús ha desaparecido, lo que hace que sean muchos menos los que trabajen en este sector. Aún así, lo veo bastante bien, pero pienso que en la calle Real había sitio suficiente para que el transporte público pueda convivir con el tranvía. Es más, en todas las capitales que yo he visto los autobuses pasan también por donde pasa el tranvía, por lo que pienso que no se debería de haber perjudicado tanto al transporte urbano de San Fernando. No cabe la menor duda es de que, desde el punto de vista positivo, la ciudad ha ganado en unas infraestructuras de las que antes carecía y que no hubiesen sido posibles si no se hubiese ejecutado esta proyecto. Hay una cosa fundamental y es que cuando se hizo no se contó con que San Fernando se estaba prácticamente quedando cerrado, puesto que es de juzgado de guardia que esa autovía que lleva varios años atravesándonos no tenga más salidas con destino hacia la ciudad que la de la Venta de Vargas o la rotonda de La Ardila. Se dice que todo eso está proyectado, pero lo único cierto es que no se hace nada de nada y es algo que se ha convertido prácticamente en una costumbre en La Isla con muchos otros proyectos.

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