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Jueves 25/04/2024  

El Centro de Salud refuerza la asistencia domiciliaria

La actuación implica la revisión de botiquines, el abordaje del riesgo de caídas y asesoramiento sobre la aparición de úlceras en personas encamadas

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  • Centro de Salud -
El centro de salud de la localidad de Punta Umbría, ubicado en el ámbito de influencia del Distrito de Atención Primaria Huelva-Costa, ha diseñado un protocolo para mejorar la asistencia que prestan sus profesionales a los usuarios en régimen domiciliario. Este programa tiene como población diana a personas mayores de 65 años, pluripatológicas o polimedicadas, así como a pacientes encamados y sus cuidadoras.

Su puesta en marcha se enmarca en la estrategia para la seguridad del paciente, un proyecto de la Consejería de Salud que considera el acceso a la atención sanitaria segura como un derecho básico del ciudadano. Esto conlleva el análisis de los posibles riesgos que pueda presentar el usuario durante su proceso asistencial, instaurándose así medidas que eviten efectos adversos y aporten excelencia en los cuidados.

La seguridad del paciente se entiende así como una garantía en todas las actuaciones que implica la atención sanitaria, que van desde el primer contacto del ciudadano con el sistema sanitario, la valoración del mismo y de su cuidadora principal, hasta la asistencia prestada y la continuidad en los cuidados.

En este contexto, los profesionales del centro sanitario de Punta Umbría que se trasladan a los distintos domicilios, además de proceder al seguimiento clínico de los pacientes de su zona, han incorporado un protocolo complementario que implica cuatro principales áreas de intervención: la revisión de botiquines en usuarios polimedicados, la valoración del riesgo de caídas, la posible aparición de úlceras por presión en personas con deterioro de la movilidad física o que padezcan una inmovilización prolongada, y la implementación de la cultura de higiene de manos en las cuidadoras.
En el primero de los casos, los sanitarios analizan el manejo y la conservación de los medicamentos del botiquín del paciente para garantizar un uso adecuado y el cumplimiento terapéutico del tratamiento prescrito por el facultativo, así como que los fármacos presentes coincidan con los indicados y se retiren los caducados.

En este sentido también se comprueba el conocimiento que el paciente o, en muchas ocasiones, su cuidadora tiene de la utilización de la medicación que consume a diario, toda vez que un procedimiento incorrecto o la interacción de la misma con otra puede desencadenar efectos no deseados en su salud.

Otras de las acciones previstas se centran, por un lado, en el estudio de la presencia de riesgo de caídas en determinadas personas, fundamentalmente mayores de 65 años, como consecuencia de su estado físico o debido a la presencia de ciertas dolencias; y, por otro, en el abordaje de la aparición de úlceras por decúbito en pacientes encamados. En este último caso, los profesionales asesoran a las cuidadoras sobre el manejo de las personas a su cargo para evitar su aparición o tratarlas en el caso de que aparezcan.

El protocolo se completa con nuevos consejos a la cuidadora sobre la importancia de la higiene de manos a la hora de impedir la presencia de las infecciones cruzadas que puede acarrear su ausencia. Estos mensajes están en la línea de las buenas prácticas para la seguridad del paciente impulsadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyo lema es: `Una atención más limpia es una atención más segura´.


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