Según han informado en un comunicado, los tres consejos reguladores jiennenses han mostrado su discrepancia con lo que se solicita en esta carta se unen a la postura de las sectoriales española y andaluza de denominaciones de origen, de las que forman parte, "considerando indispensable el Panel Test como la mejor garantía de la calidad de los aceites".
Han aplaudido, además, la actuación de la Administración por la intensificación de los controles de calidad de los aceites de oliva envasados, entendiendo que ello "hará desaparecer lo fraudes en calidad, y por consiguiente se eliminarán los daños en la imagen de los aceites de oliva que se originan".
"Lo que daña la imagen realmente del aceite de oliva no es que se hable de fraude, sino que la calidad que reza la etiqueta no coincida con la del aceite que se ha envasado, es decir que se produzca fraude en la calidad", han subrayado.
De esta forma, las denominaciones de origen, que aglutinan a muchos de los productores de aceite de oliva de calidad, consideran "incomprensible que quienes se erigen en representación de este sector intenten eliminar una de las pocas herramientas que se poseen para darle garantía al consumidor de que el aceite de oliva virgen extra lo es y por ello el de máxima calidad".
En este sentido, las denominaciones de origen recuerdan que los parámetros físico-químicos no discriminan la calidad de los aceites de oliva vírgenes, pues la gran mayoría de ellos, incluidos muchos de los procedentes de aceituna de suelo, por tanto aceites lampantes, cumplen estos parámetros, y de ninguna manera superarían el Panel Test.
Actualmente, sólo la evaluación organoléptica que se realiza en los Panel Test puede detectar si un aceite procede de aceituna en mal estado o si se han realizado malas prácticas en la producción del aceite por lo que sería muy interesante en vez de proponer eliminar la valoración organoléptica hacer mucho más exigentes en sus magnitudes permitidas los parámetros fisico químicos de calidad fijados hasta la fecha en la reglamentación además de otras cuestiones como la fecha de consumo preferente o la conservación de los envases hasta su venta.
Los CRDO también han explicado que no todos los aceites de oliva son iguales, ya que hay algunos que no reúnen las condiciones necesarias para ser considerados de la máxima calidad, aunque, si se tomasen exclusivamente en cuenta únicamente los parámetros físico-químicos, serían virgen extra.