“Una mala suerte. Pero esto se cura. No sabía lo que tenía hasta que me hice la radiografía”, ha comentado doña Letizia
La reina Letizia se ha fracturado la falange proximal del dedo central del pie derecho, provocado por un golpe contra una mesa cuando estaba en su residencia del Palacio de la Zarzuela, lo que le va a obligar a usar zapato ancho y plano en las próximas semanas para aliviar el dolor, han informado fuentes de la Casa Real.
La reina ha llegado este lunes al Teatro Real para asistir a un concierto organizado por la Fundación Princesa de Girona y se la ha visto cojear debido a la molestia que le causa la lesión.
“Una mala suerte. Pero esto se cura. No sabía lo que tenía hasta que me hice la radiografía”, ha comentado doña Letizia a los periodistas tras ser preguntada qué tal se encontraba.
La reina sufrió la rotura del dedo “hace unos días”, según las fuentes de la Casa del Rey.
Aunque participó con aparente normalidad el pasado sábado en la jura de bandera de Felipe VI en la Academia General Militar de Zaragoza, cuando se la vio con un calzado de tacón bajo, doña Letizia tuvo que soportar “fuertes dolores”, según las fuentes.
A la reina se le ha puesto un vendaje que le une el dedo fracturado con el de al lado -una sindactalilia terapéutica- para favorecer la inmovilización.
También debe aplicarse hielo y guardar reposo en la medida de lo posible, si bien su voluntad es mantener su agenda de actos públicos.
La Casa Real ha apuntado que el tiempo de convalecencia se va a prolongar “unas semanas” hasta la consolidación de la falange fracturada, lo que le va a obligar a seguir usando calzado cómodo y ancho, “incluso en acto oficiales o de gala”, han apuntado las fuentes.
En el acto de este lunes la reina ha llevado sin atar los cordones de la zapatilla del pie lesionado para ir más cómoda.
La lesión en el pie derecho se une a la que la reina sufre de manera crónica en el izquierdo, denominado neuroma de Morton, un pinzamiento del nervio del hueso metatarsiano que le provoca dolor e inflamación cuando está de pie sin moverse durante un tiempo prolongado.
Esta afección le obligó a sentarse en el besamanos previo a la cena de gala durante la visita de Estado que los reyes protagonizaron a Países Bajos a mediados del pasado mes de abril.