El proyecto presentado propone un hotel de cuatro estrellas de gran lujo, con un total de 94 habitaciones y otros usos de carácter complementario como salones de celebraciones, que se ubicaría en la nave central; así como un restaurante panorámico con piscina y zona de SPA. La propuesta también contempla un aparcamiento con una treintena de plazas.
La consecución de esta iniciativa obligaría, en cualquier caso, a la tramitación de un plan especial para valorar los aspectos arquitectónicos que deberían ser protegidos por su interés. Esta medida sería necesaria debido a que el nivel de protección del edificio es de carácter estructural, elemento que hace que el tipo de obras que se puedan llevar a cabo en estos momentos sean de mantenimiento, conservación, restauración, renovación o ampliación.
Las bodegas, del siglo XIX, tuvieron que ser valladas debido a los peligros de desprendimiento que habían sufrido.