La familia de Patricia Alfaro, la joven madrileña que falleció en abril de 2010 tras ser atropellada por un vehículo en el Paseo Colón de la capital hispalense, ha criticado este martes que, a día de hoy, aún no han podido recurrir la sentencia que condenó al conductor del coche a seis años y medio de cárcel, ya que, según ha lamentado, el Juzgado de lo Penal número 8 "no nos da el soporte informático para realizar el recurso y seguir avanzando en nuestros derechos, con lo que estamos claramente indefensos".
En un comunicado remitido a Europa Press, el padre de la joven, José Alfaro, ha instado a que, por parte del Juzgado referido, "se respete a las victimas y a sus familiares", ya que "transcurridos más de dos meses del juicio, todavía no ha tenido a bien la juez el darnos a las partes la grabación para poder recurrir, con lo cual las victimas --Patricia Alfaro y la joven sevillana Almudena González, que también pereció en el siniestro-- están indefensas".
Alfaro ha criticado que el fallo "me pareció una vejación", pues "no se consideró el dolo" --hay que recordar que Fernando Vargas fue condenado por dos homicidios por imprudencia--, y ha tildado la sentencia de "arbitraria", ya que "rebajó sin rubor las penas", mientras que, "de un modo arbitrario y sin justificación impuso una pena de un año por el delito de omisión del deber de socorro, cuando lo adecuado a la acción son cuatro años".
CRÍTICAS AL TRABAJO DEL FISCAL
"La juez argumentó en su sentencia que el autor no tenia antecedentes penales, cuando lo que se debe condenar es el hecho de la omisión y el escaparse", según ha dicho, agregando que este razonamiento "me pareció sin sentido e indignante para las víctimas, pues se deben condenar los hechos y no la historia personal de un individuo". En este punto, ha aseverado que el fiscal del caso, que solicitaba cuatro años de prisión por la omisión del deber de socorro, "ha sido desautorizado sin argumentos por la juez, refugiándose en el burladero para no hacer ruido y no recurriendo, dejando en muy mala estimación su cargo de fiscal, que soporta con poca dignidad".
Al hilo de ello, el padre de Patricia Alfaro ha recordado que, "en la objeción para no recurrir, el fiscal dice que los delitos que pidió han sido estimados, cuando esos delitos estaban más claros que el caldo de un asilo, que dicen en el pueblo". "No quiero pensar que detrás de esta actitud haya clientelismo o pasotismo, pero allá él con su conciencia", ha apostillado.
De este modo, ha lamentado que un atropello mortal se pueda condenar con penas que van de uno a cuatro años de cárcel, y ha considerado que esto último "es ofender a las victimas, es despreciar la vida, es vejar a los familiares, y sobre todo, es un insulto a la inteligencia del pueblo, pero también a la dignidad de los diputados, gobiernos y gente de la Justicia, que son los máximos responsables de esta bazofia".
CULPABILIDAD O IMPRUDENCIA
Por último, el padre de la víctima ha concluido diciendo que el condenado por el doble atropello "puso todo de su parte para asegurarse la gravedad de los hechos", como son "la velocidad, el alcohol, el no respeto por los demás y por las normas de seguridad vial", o el hecho de conducir sin permiso, por todo lo cual ha considerado que "no existe, ni en la mejor voluntad, ningún indicio de eximente en su conducta y en las acciones previas y posteriores del atropello, dando por tanto la sensación de que el concepto de culpabilidad queda difuminado para los jueces por el de imprudencia, que es el burladero y escapatoria de aquellos inútiles que no realizan bien la faena, y que sirve para dejar a los culpables prácticamente indultados".
En esta línea, ha solicitado el amparo de algún organismo de la Justicia competente para este asunto, como la Audiencia Provincial o el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), al objeto de que "tomen cartas en el asunto por la dignidad de las víctimas y por respeto al derecho democrático del ciudadano y al de los familiares, ya que estamos indefensos y no quiero llegar al extremo de pensar que la Justicia está todavía en un estado feudal".