Este martes, 19 de noviembre, se celebra el Día Mundial del Saneamiento (o del Retrete), uno de los días oficiales celebrados por Naciones Unidas, que inicialmente fue instaurado por la World Toilet Organization en 2001.
Tiene por objetivo concienciar a la sociedad sobre la importancia del saneamiento, un salvavidas que evita la transmisión de enfermedades y facilita la salubridad de los espacios. En la actualidad, 3.500 millones de personas no cuentan en sus viviendas con sistemas que eliminen los excrementos de forma segura y 419 millones siguen defecando al aire libre. Esta carencia mundial de inodoros tiene consecuencias sobre la salud pública, las condiciones de vida y de trabajo de las personas, la nutrición, la educación y la productividad económica en todo el mundo.
Hoy, además, el cambio climático representa una amenaza para los retretes del mundo y para los sistemas de saneamiento a los que están conectados. Las inundaciones, las sequías y el aumento del nivel del mar pueden dañar los diferentes elementos de los sistemas de saneamiento -las tuberías, los tanques y las plantas de tratamiento-. Ante los efectos del cambio climático, que son cada vez más frecuentes y extremos, debemos lograr que nuestros sistemas de saneamiento sean más resilientes.
A menudo nos encontramos con desagradables atascos en nuestras viviendas y en el sistema de alcantarillado de la ciudad. Estos problemas pueden resolverse fácilmente si hacemos un correcto uso de los conductos de desagüe habituales que se inician en nuestros hogares y que se conectan con el resto de las viviendas de nuestro edificio a través de una única tubería, que concluye en una acometida de la comunidad de vecinos.
De esta acometida pasa a los colectores generales que hay en cada calle y de aquí las aguas residuales van a parar a la gran red de alcantarillado de 394 kms. La longitud de esta red es comparable a la distancia existente entre Huelva y Granada. Para diagnosticar su estado y garantizar un correcto funcionamiento, la red es inspeccionada periódicamente por Aguas de Huelva. Existen veintiuna estaciones de bombeo distribuidas por toda la ciudad, que conducen las aguas residuales desde la red de alcantarillado a la EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales), una fábrica de agua limpia en la que, a través del proceso de depuración, el agua residual de la ciudad se devuelve al medio natural en condiciones de limpieza óptima.
Arrojar elementos no biodegradables y que puedan obstruir las tuberías, puede provocar enormes atascos. Principalmente los atascos se producen en los propios edificios de vecinos. Cada día se pueden registran hasta más de 15 intervenciones en diferentes puntos de la ciudad y el coste medio de cada una de estas intervenciones puede oscilar aproximadamente de unos 100 euros, según empresas especializadas en dichos atascos que se solicitan por parte de las comunidades de vecinos, ya que estas tuberías son propiedad privada de dichas comunidades. Esto supone cerca de 400 intervenciones al mes y 5.000 intervenciones al año. El cálculo del coste total que las comunidades de vecinos podrían tener que desembolsar es de 500.000 euros/año. Este gasto se podría evitar si se hiciese un buen uso de los conductos de desagüe habituales de nuestros hogares.
El sistema de alcantarillado de la ciudad comienza en tu hogar
También se producen atascos en la red de alcantarillado general. A menudo las estaciones de bombeo quedan bloqueadas y atoradas, sobre todo por una inmensa acumulación de toallitas húmedas. También por bastoncillos de los oídos y otros elementos no biodegradables arrojados en nuestros hogares. Dos equipos técnicos de Aguas de Huelva trabajan a diario resolviendo este tipo de situaciones.
Cómo evitar los atascos en nuestros hogares y en la red de alcantarillado
Para evitar estos atascos sólo debemos seguir estas sencillas recomendaciones: no arrojar nunca elementos no biodegradables a los conductos de desagüe habitual del hogar (W.C., lavabos, fregaderos, etc.), utilizar papeleras en el baño para tirar las toallitas húmedas y otros elementos de higiene personal y no arrojar nunca aceite usado por los desagües (utiliza los contenedores de Madre Coraje). El aceite se une a la sosa cáustica que contienen los jabones utilizados para la colada, produciendo una reacción que termina creando tapones en las tuberías. Con el paso del tiempo estos tapones se endurecen haciendo imposible el paso del agua con el consiguiente atasco.
El monstruo de las cloacas vive bajo tus pies
El Monstruo de las Toallitas nació en Aguas de Huelva hace algunos años para concienciar a la ciudadanía para que entre todos podamos conseguir no hacer del inodoro una papelera.
Un mal uso del vertido al alcantarillado genera colapsos continuos en la red, sobre todo en las estaciones de bombeo que impulsan el agua residual hacia la EDAR, donde se encuentran muy a menudo verdaderas moles de marañas en las bombas. Estos seres creados en los tubos de alcantarillado han llegado a medir más de 6 metros de longitud y más de 50 cm de diámetro.
Es nuestra responsabilidad hacer un buen uso del sistema de desagüe de nuestra vivienda, contribuyendo así a evitar los atascos en las comunidades de vecinos y en la red de alcantarillado de la ciudad.