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Andalucía

'Ética en la calle': nuevos retos filosóficos para jóvenes con ganas de dialogar

¿Perdonarías a un asesino con alzhéimer?, ¿mejorarías genéticamente a tu hijo?, ¿qué vida escogerías si volvieras a nacer? o ¿salvarías a tu perro o a un bebé?

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  • Libros. -

Enseñar filosofía planteando retos en las redes y hacerlo a través de un libro es el trabajo que plantea el escritor y profesor de Bachillerato Eduardo Infante (Huelva, 1977) en su última publicación, 'Ética en la calle' (Ariel), en la que propone a los jóvenes reflexionar sobre debates de la vida cotidiana y donde propicia el diálogo público.

¿Perdonarías a un asesino con alzhéimer?, ¿mejorarías genéticamente a tu hijo?, ¿qué vida escogerías si volvieras a nacer? o ¿salvarías a tu perro o al bebé del vecino? son algunas de las cuestiones -#FiloRetos- que Infante pone sobre la mesa con argumentos a favor y en contra de filósofos como Platón, Sócrates, Aristóteles, Kant o John Locke.

"La razón de este libro es que no sabemos dialogar", señala en una entrevista con EFE en la que lamenta que el sistema educativo haya olvidado el origen de la escuela y su finalidad, y la ética haya desaparecido como asignatura básica.

Afirma que la ética educa en la reflexión y es una rama del conocimiento que "nada tiene que ver" con la asignatura que se imparte actualmente en los colegios sobre valores cívicos y éticos, "que no enseña a pensar de forma autónoma".

"Los ciudadanos del mañana no van a saber dialogar porque nadie les ha enseñado, no van a saber reflexionar ni examinar sus posiciones. Esa educación se la han cargado", asevera tras incidir en que hay modelos pedagógicos donde los niños empiezan a conversar entre ellos desde infantil.

Pone como ejemplo algunos centros escolares donde los niños proponen temas para hablar mientras almuerzan en el comedor del colegio.

"En España la educación ética se encuentra en una constante situación de precariedad", incide en el epílogo del libro tras señalar que "nos quejamos de los políticos y de su falta de ética pero cuando somos ignorantes en este conocimiento es cuando tenemos corrupción e injusticias".

Infante reivindica los orígenes de la antigua escuela, su función de educar para ilustrar al pueblo y "elevar" su pensamiento crítico y recalca que "una educación sin ética es inevitablemente una educación ideológica".

En este sentido cree que cuanta más diversidad en modelos educativos mejor, porque "no hay un método ideal y es el método el que debe adaptarse al alumno y no al revés".

Lo que tiene claro es que "la única manera de que el profesor pueda adaptarse al alumno es bajando las ratios y "para eso se necesitan recursos".

Se queja de que ante la "deficiente" educación, los ciudadanos no salgan a la calle a manifestarse como hacen con la sanidad, el otro servicio público "subvencionado con nuestros impuestos".

Ética no es moral

Infante distingue en este libro entre la moral, que proviene de costumbres o normas, y la ética, donde el individuo se cuestiona constantemente y razona que lo que hace es lo mejor que puede hacer.

"La ética debe estar en un sistema educativo democrático, es una asignatura clave porque educa el carácter", recalca a EFE mientras explica que dialogar y debatir hace que "uno juzgue su posición previa y ejerza la empatía". Ayuda a tener una buena democracia, dice en su libro.

"Cuando descubres las razones del que piensa diferente a ti puedes ver que no es un enemigo", señala mientras lamenta que en España se cambien las leyes educativas cada cinco años al tiempo que firma que el pacto educativo "que se sigue es el de las directrices de la OCDE, que evalúa el aprendizaje para encontrar trabajo".

Al final de los ocho #FiloRetos que recoge el libro hay un código QR que abre el debate en la red social X. Infante destaca curiosamente que el más arduo es el que pregunta a quién salvarías si a tu perro o al bebé del vecino: "Y aquí se ve claro quién entiende el concepto de dignidad".

No obstante, incide en que las redes no ayudan a los jóvenes a pararse a pensar. "Los cerebros están superestimulados y el pensamiento es todo lo contrario. Además, el miedo y el odio son las emociones que más promueven las redes sociales, lo que anula la parte racional".

"Al final la ética es pensar la vida y vivir el pensamiento", concluye no sin antes recomendar algunas películas que aparecen al final del libro y que ayudan "a pensar con los ojos".

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