Las autoridades de China han ejecutado este lunes a un hombre condenado por la muerte de al menos 35 personas en un atropello intencionado perpetrado en noviembre en la ciudad china de Zhuhai, suceso que se saldó con cerca de 45 personas heridas.
Según las informaciones recogidas por la agencia china de noticias Xinhua, la ejecución del condenado, identificado como Fan Weiqiu, ha sido llevada a cabo después de ser sentenciado a muerte a finales de diciembre y tras la ratificación de la sentencia por parte del Tribunal Supremo Popular.
El atropello fue perpetrado en un centro deportivo de Zhuhai, en la provincia de Cantón (sur), después de que el hombre irrumpiera en su todoterreno en las instalaciones. Tras ello, se infligió varias heridas en el cuello con un arma blanca antes de que las autoridades le hallaran gravemente herido.
Según los documentos judiciales, el condenado, de 62 años de edad y desempleado, se había divorciado recientemente y perpetró el ataque como "represalia contra la sociedad".
Por otra parte, las autoridades del gigante asiático han ejecutado a un hombre condenado por un ataque con arma blanca perpetrado en noviembre en el Instituto de Tecnología de la ciudad de Wuxi, situada en la provincia de Jiangsu (este), suceso que se saldó con ocho muertos y 17 heridos.
El condenado, de 21 años e identificado como Xu Jiajin, confesó tras su detención que había perpetrado el ataque tras enterarse de que había suspendido los últimos exámenes, según un comunicado publicado por la Policía local tras los interrogatorios.
Xu fue sentenciado a muerte el 17 de diciembre por asesinato, una condena que habría sido aceptada por el sospechoso, según Xinhua. El ataque en Wuxi tuvo lugar apenas cinco días después del atropello masivo en Zhuhai.
