Arabia Saudí se ha consolidado como un actor clave en la recuperación del turismo internacional, alcanzando niveles superiores a los registrados antes de la pandemia de covid-19. Según el último Barómetro del Turismo Mundial de la OMT, el país experimentó un crecimiento del 69% en llegadas internacionales en comparación con el mismo período de 2019, reflejando su sólida recuperación y posicionamiento global en el sector turístico.
El Ministerio de Turismo de Arabia Saudí también destaca la creciente contribución del turismo al Producto Interior Bruto (PIB) nacional, consolidándolo como un motor esencial para el desarrollo económico del país. Más concretamente, el gasto medio por visitante se ha disparado, con un incremento del 148% respecto a 2019, reflejando el éxito de sus estrategias para atraer a turistas y dar impulso a las experiencias disponibles.
Estas cifras ponen de manifiesto la diversificación económica del país, en línea con el plan estratégico Vision2030. Uno de los objetivos de este plan es recibir a 150 millones de turistas en 2030, una meta que se va materializando gracias a inversiones en infraestructuras, nuevos destinos y el fortalecimiento de conexiones aéreas. Además, la organización de eventos de relevancia internacional, como la Cumbre Mundial del Turismo o la Cumbre Internacional de Inteligencia Artificial (GAIN), han reforzado el papel de Arabia Saudí como sede internacional para acontecimientos de alcance mundial.
En el ámbito regional, Oriente Medio también ha crecido en turismo internacional llegando a los 95 millones de llegadas, manteniéndose como la región con mejores resultados. Durante los primeros nueve meses de 2024, las llegadas internacionales superaron en un 32% los niveles previos a la pandemia y un 1% más altas que en 2023, de acuerdo con el informe de la OMT.
A nivel global, se calcula que más de 1.400 millones de turistas realizaron viajes internacionales en 2024, prácticamente una recuperación total de los niveles anteriores a la pandemia (99%) y un 11% más que en 2023. La demanda posterior a la pandemia, la recuperación de los países de origen y los destinos de Asia y el Pacífico han contribuido a esta alza.
Las previsiones apuntan a que esta tendencia continuará a lo largo del 2025, impulsada por la elevada demanda, que contribuye a que tanto destinos tradicionales como emergentes continúen desarrollándose. En este sentido, se prevé que las llegadas de turistas internacionales pasen de un 3% a un 5% este año.
En este contexto, Arabia Saudí se reafirma no solo como motor clave de crecimiento turístico, sino también como ejemplo de cómo una planificación estratégica y consciente puede transformar el sector, impulsando la recuperación económica y promoviendo el desarrollo sostenible a nivel global.