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Huelva

La comparsa de Raúl Barneto para abrir boca en la primera jornada de preliminares

La chirigota de Huelva, ‘Los rateros’, vuelve a sorprender con un pasacalles de altura en un primer día con butacas vacías en el Gran Teatro

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'Por mi tierra, la revolución de los fantoches'.

'Los rateros'.

'Luna llena'.

'Una y no más, Santo Tomás'.

‘Si me llamas voy en piyama'.

Un año más se abren las puertas del Gran Teatro de Huelva para recibir a las primeras cinco agrupaciones que abrirán las preliminares del concurso Colombino. Este primer día del certamen de coplas se desarrolló con la máxima normalidad, apreciándose cambios importantes en esta nueva etapa en la que el Ayuntamiento asume la responsabilidad de toda la organización. 

Desde la llegada al Gran Teatro ya se observan diferencias significativas, sobre todo por los carteles bien visibles que coronan la entrada al hall, informando de las fechas. La calle Rico, que se convertirá en un constante pasacalles de agrupaciones que anuncian su llegada, se ve bastante iluminada presagiando los buenos días de fiestas que quedan por llegar. La carpa, aunque sin el ya conocido Pati, quien la regentara en los últimos 40 años, se observa algo diferente pero con la misma esencia, eso sí, deberán ir adaptándose a los hábitos del concurso y reforzar la atención en la barra si desean tener un buen servicio.

El interior se mostró con ciertos adornos llamativos que le dan una mejor imagen, acorde a la celebración, y la organización de entradas y salidas asiduas estuvo a la altura que se esperaba - cuánto echaba de menos esta profesionalidad-. Muchos de los asistentes miraban al palco conocido como ‘Palco de las choqueras’, observando con cierto desdén la ausencia de una figura que ya hacía muchos febreros que debería de haber evolucionado, como así han decidido en este año, dando paso a los Embajadores de esta fiesta, como a mí me gusta llamar, que suplen significativamente y culturalmente lo anterior, siendo Francisco Bogado y Tamara Enamorado quienes en este primer año asumen la responsabilidad de representar a la fiesta.


Para ser un primer día de Teatro se observaron butacas vacías, pero dentro de lo habitual en esta primera fase. Seguro que a medida que avancen las preliminares se incrementa la asistencia, aunque es algo incomprensible teniendo en cuenta que cantaban dos finalistas del pasado concurso.

Las presentaciones de los diferentes grupos, excepto el inicio, se llevó a cabo con voz en off, una dinámica que particularmente me resulta más acorde y, si me apuran, imparcial, lográndose dar esa seriedad que también es necesaria.

Tras el himno oficial u oficioso, en eso los carnavaleros están algo perdidos, se abren las bambalinas para recibir a la primera de las agrupaciones de la noche, la chirigota ‘Si me llamas voy en piyama’, de Ayamonte, que se enfrentó al público con esa valentía propia de la tierra, como ellos saben hacer: con alegría y esa constante interpretación del personaje, una tarea ardua para un tipo complicado. El grupo suena bien y se ve la confianza que tienen en las tablas. Sin entrar mucho en detalles, el grupo podría dar mucho más, muy por encima del repertorio, me gusta cómo miran a la cara al público y eso no lo dan solo los ensayos. Repertorio que deberían depurar, utilizando más el doble sentido.

La comparsa de Raúl Barneto, ‘Por mi tierra, la revolución de los fantoches’, presenta sus credenciales llevando por bandera un tercer premio en el pasado concurso. Es de las agrupaciones más esperadas y en los últimos años se ha ganado a pulso una más que aceptable reputación. Algunos cambios importantes en sus filas, pero no condicionaron para afrontar este primer pase, dejando un buen sabor de boca. El sonido del grupo gusta y ellos saben cómo sacarle partido, se observa el buen trabajo y la vocalización es limpia, algo que siempre se agradece. Sigue en su esencia, con el mismo sentir que lleva presentando en los últimos años: rebeldes, directos y contestatarios, algo que se le está dando bien a su autor. Buenos pasodobles que marcaron el repertorio y un buen popurrí que rematan con un buen cierre.

La chirigota ‘Una y no más, Santo Tomás’, de Bollullos par del Condado, defiende con humildad su tarea y deja alguna que otra perla que deben considerar; más sutileza, compañeros.

Desde Alcalá de Guadaira (Sevilla) se presenta la comparsa ‘Luna llena’, que lucen un bonito disfraz de hienas, con detalles muy trabajados. Buenas voces para un grupo que no llegó a impresionar en este primer pase. Potencia de voces que no llegan y aunque imprimen valentía, no logran esos resultados deseados. Letras que redundan en la misma temática y pierden efectividad en el trayecto, aún así, pase aceptable.

La noche la cierra la chirigota de Huelva, ‘Los rateros’, que vuelve a sorprender con un pasacalles de altura. Me gustan los pasodobles: imágenes de nuestra tierra y memoria histórica, con su guiño a la Moni de Huelva. Buena ejecución que mejoraron en los cuplés con un estribillo creativo y casi en silencio. Popurrí de menos a más y muy “acuartetado”, sacando a relucir otras facetas. En el tipo en todo momento, defienden bien el personaje y, seguro que la veremos en el siguiente pase, ellos vienen a robar el primer premio. Feliz carnaval. 

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