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Andalucía

El canto del mirlo

«No sé qué me gusta más, si la belleza de sus trinos o la de sus insinuaciones,el mirlo cuando canta o cuando calla…». W. Stevens.

Publicado: 14/02/2025 ·
11:02
· Actualizado: 14/02/2025 · 15:07
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  • El jardín de Bomarzo.

Muchos partidos socialistas habitan dentro del PSOE, tantos como personas, intereses, debilidades u objetivos hay entre quienes alistan una formación política centenaria que hace bastante se debate en la analogía entre dar soluciones a través de la gestión política al votante ciudadano y/o obtenerla -personal y laboral- para quienes viven, a veces sobreviven, del negocio de lo público. No es criticable, conste, es necesario porque la parte noble del asunto demuestra a muchas personas entregadas a la causa, sin horas, por salarios no siempre justos y expuestos a la denostada imagen de ser político. El nivel, del político y del ciudadano que le vota, algunas veces es tal que permite -un ejemplo actual- que Trump sea presidente del país más poderoso del mundo cuando, seguramente, con unos zapatones y una nariz roja estaría más en su espacio natural, pero en cambio maneja el poder económico y militar del mundo. Le han votado, nada es perfecto, la democracia tampoco; estamos, como dice mi admirada Marian Rojas, entregados a lo irrelevante, preocupadamente entregados. 

Mientras que otras formaciones políticas como PP o Vox no disimulan embadurnando de asamblearios sus procesos internos y abiertamente colocan a dedo a sus candidatos y del mismo modo establecen las listas para lo que sea, el PSOE se distinguía por mantener procesos abiertos en los que la militancia votaba y elegía y esto generaban familias, tensiones, refriegas, necesidad de acuerdos en la suma de poderes, pulsos y, paralelamente, democracia y libertad, cada militante pagador de cuota se sentía partícipe de una idea, de una sigla, de un proyecto común, de un algo. Ya no es así. Ahora todo parece igual con el ligero matiz de que al final el poder lo reparte solo el que está arriba, exactamente igual que los partidos a los que ellos llaman de derechas. Lo asombroso es que en esta formación cuajada en los adoquines de Suresnes, en la pana y el Ducados, en la internacional y el puño, qué tiempos pensarán algunos, se acepta el dedazo de más o menos buen grado, tal vez sea que el acomodo y el vértigo de salirse a donde el frío sacude a todos por igual ha ganado al impulso de cavar trincheras. 

Cuando el PSOE calla, está en plena cocina. Como ahora en Andalucía. Montero debe aún dar muestras si se baja a arreglar los problemas del socialismo andaluz o se baja, de momento, a presentarse a las elecciones y después, según el resultado, arregla lo otro. Son cuestiones distintas. Es lógico que de momento quiera pacificar el ambiente, evitar ese enfrentamiento que suponen las primarias, colocar al frente de los poderes provinciales a gente directamente de su entorno o confianza o, al menos, a quienes eviten aumentar las grietas; hay conflictos en varias provincias y, en todas, una idea matriz y vieja mediante la cual se busca el consenso que provoca el enfrentamiento entre dos partes con la mundialmente y previsible tercera vía, que es el mirlo -si es blanco mucho mejor pero también vale negro, más común-, que es el candidato oculto que suele haber en muchos procesos y que salta a escena como solución final y parte del negociado.


En Cádiz, por relatar un ejemplo de una provincia histórica de este PSOE hoy acomodado que acuñó familias y líderes tan sólidos como Perales o Pizarro, se vive a la expectativa de lo que suceda entre los dos grupos enfrentados y el ojo puesto en esa tercera vía, la suma de lo que cada cual puede tener y la conciencia exacta de que al final será Montero, María Jesús, quien diga quién. To pa na. Pero al final todos participan de estos escarceos previos cual púgil que calienta en vestuarios antes del combate sabiendo, en todo caso, que el resultado de la pelea vendrá pactado de antemano. Se reconoce la capacidad ilimitada de dar espectáculo -del PSOE- no más que echando un ojo a los demás. No hay color.

Montero estuvo en San Roque estos días e independiente del escaso calor que allí ofreció al liderazgo provincial actual, eso al menos eleva la crónica contraria, sí dejó marcada la idea de que no quiere líderes que aglutinen cargos. O Madrid o Cádiz y eso, claro, afecta e importa. Ruiz Boix, parece, dijo que elegía Cádiz, aunque la crónica contraria asegura que eso habría que verlo... El alcalde de San Roque ha anunciado su intención de presentarse porque, asegura, mantiene el 67 por ciento del respaldo de la provincia, aunque la crónica contraria dice que si ganó su congreso con el 56 y ahora, a diferencia de entonces, no tiene los apoyos ni de San Fernando, ni de Cádiz, ni de Olvera, ni de La Línea, ni, al menos, de parte de Jerez, la cuenta no es esa. Tampoco la parte contraria suma la mayoría porque pese a que sea una UTE, que es la Unión Temporal de Entereses, en ella también hay mucho enemigo que participa del mismo abrevadero. 

Ruix Boix es un fajador nato, tiene colmillo, conoce la casa, le encanta la política y el poder y no está en la idea de doblegarse, menos si lo que tiene enfrente es a Jaime Armario, dice, que de momento es la cara de la otra parte y persona de absoluta confianza e impulsada por Irene García. Y Boix se ha sentado con Irene y con otros, está buscando el consenso que le han pedido, pero sentarse no es acordar y con quien decididamente no acuerda es con los romanes, que están expectantes ante el vuelo del mirlo desde algún matojo oculto u Isla. El mirlo se oculta tras el ramaje y en el mundo avícola es conocido porque emite una repetición de frases cortas, muy melódicas con tonos aflautados, un reclamo seco a modo de chuc, chuc. Un pájaro fino, con estilo.

Si Ruix Boix y Armario, por divagar, negociaran lo suyo porque la jefa estuviera más por otro, este otro solo podría salir de entre Ana Carrera, Patricia Cavada, el propio López Gil o el alcalde de Rota, Ruiz Arana. A Montero le gusta López Gil y abiertamente lo dice y por ello éste suena con fuerza para secretario de organización en el caso de que la opción de Juanfran no cuaje. Nando se maneja bien, es trabajador, conoce la casa, aglutina a familias y en la provincia su grupo es clave para decantar la balanza. Mantiene buena sintonía con Fran González, que aunque juegue aquí y allá está en este tramo con San Fernando, también con Ruiz Arana, Víctor Mora o parte de Jerez. Cavada no quiere y solo una situación de urgencia la haría arremangarse. Carrera y Arana representan la cara joven, renovada, con poco colmillo tal vez entre una manada que muerde y mastica y engulle y pregunta después de quien era la carne.

Otros actores son Moscoso, Javi Pizarro, Mamen Sánchez, todos ellos en el entorno de Ruiz Boix en este momento en el que todo se negocia pero todos han de defender lo suyo y lo suyo es mantenerse activos en el tiovivo dando vueltas. Eso es clave. El que pierde el sitio y se baja no sube, se queda sin espacio, de ahí la importancia del que maneja la asignación de sitios y el botón de encendido de este recreo de feria. Clara-mente.

Es el momento. Por eso el PSOE calla, que cuando quiere reventar una opción la hace pública, lanza al conejo y a sus tiradores -algunos no aciertan ni con una perdigones de cañón recortado-, pero cuando calla es que negocia y está a un paso de repartir en la idea de que todos queden contentos, o medio contentos; esa es la complicación, también la clave. Votar libre y democráticamente los liderazgos y el reparto de los poderes orgánicos está, definitivamente, sobrevalorado.

Bomarzo

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