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Huelva

Sube el nivel en las semifinales del Carnaval Colombino

Abre el telón del Gran Teatro ‘Por mi tierra, la Revolución de los fantoches’, mostrando el verdadero espíritu de este grupo, entregando hasta el último quejido

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Por mi tierra, la revolución de los fantoches.

Guadiana.

Luna llena.

Primer día de semifinales del Concurso Colombino en el que se pudo disfrutar de los seis primeros grupos que superaron la primera etapa de este certamen de coplas. Nervios a flor de piel para un segundo pase en el que las agrupaciones se juegan todo para lograr entrar en la Gran Final. Es en esta etapa donde las ‘estrategias carnavaleras’ juegan un papel importante, mostrando, o no, los repertorios que definirán su futuro en el Colombino.

 ‘Por mi tierra, la Revolución de los fantoches’, de Raúl Barneto, abre nuestro maravilloso Telón del Gran Teatro mostrando el verdadero espíritu de este grupo, entregando hasta el último quejido. Nuevas letras para estos comparsistas que dejaron muy buenas sensaciones, volviéndose a reestructurar las típicas quinielas anuales que no dejan de modificarse. A veces la revolución más poderosa es la de hablar claro, expresar aquello que otros callan, señalando directamente sin miedo a las consecuencias. Esta comparsa sigue marcando ese sello contestatario que tanto gusta en este teatro, sin perderse en florituras, pero con una literatura cercana y más visceral. En este segundo pase se crecen en el escenario, se creen el personaje y transmiten esa rabia contenida que armonizan con un juego de voces que defienden con pasión. Me quedo con el segundo pasodoble dedicado a Huelva, marcado a fuego por su autor, en un contexto de crítica irónica, en el que muestra claramente el verdadero poder de la palabra. Suben el listón y se meten en mi quiniela.

La chirigota de Adrián Tobal y David Muíño presenta sus credenciales con nuevos cambios en su repertorio, un riesgo que siempre es valorado por el público. ‘Los rateros’, que llegan para desvalijar el Gran Teatro y robar el primer premio, dan un giro más de tuerca en esta segunda exposición. Tienen claro que este año la Gran final está cara y ponen toda la carne en el asador. Estos cacos de guante blanco típicos de aquellos años 80 y enmarcados en aquel humor inglés -Pantera Rosa incluida- y un Tom Cruises choquero afrontan esta segunda puesta de largo con muy buenos resultados. Cabe destacar las parodias constantes que visten las piezas, refrescan el repertorio y potencian los resultados; aunque dudo mucho de que Felipe, caja de esta chirigota, sea tan bueno. Genial el primer pasodoble, muy particular y centrado en un compañero que pasa por una de las patologías más habituales de nuestro país, la depresión. Bonito regalo e instrumento motivador para alguien que lo necesita, dando una visión muy veraz de esta enfermedad. El segundo para Andalucía, con un breve recorrido de la tierra jornalera “de caciques a caballo”, con pinceladas históricas y vivenciales en la que muestran su inclinación de esta tierra hacía una derecha de privatización, con guiño a Juan Carlos Aragón. Cuplés aceptables a los altercados en El Torrejón y reminiscencias de su anterior chirigota ‘La banda de los garrapatas’, y ese cuplé pasado por agua que dedicaron al Cautivo. Estribillo creativo y un popurrí al tipo en todo momento con parodias diferentes, quizás excesivas, que conectaron con el público logrando unos buenos resultados. Otro buen pase que la sitúa entre las elegidas.


La comparsa de Alcalá de Guadaira, ‘Luna Llena’, hace su segundo pase disfrutando en el escenario, con más calma y convicción que en sus inicios de concurso. De estas hienas destaco el segundo pasodoble, directo a uno de los casos que conmocionó a Genera (Sevilla), el asesinato de un chico de 17 años por una puñalada, que describen fielmente. Muy bien llevado. Los cuplés, el primero a las tareas domésticas y el segundo en el tipo, destacando el ñu como animal que todos comen, comparándolo con el expresidente de la Fopac. Popurrí algo monótono, con alguna que otra buena cuarteta, pero este año el nivel está muy por encima y seguro que mejorarán en próximas ediciones. Buen pase.

La chirigota ‘Aquí están mis niños’ vuelve a crear todo un espectáculo en el escenario, ganándose al respetable desde el primer momento. Sus cualidades están claras: interpretan su papel y lo llevan a las más ridículas situaciones con parodias constantes que incentivan la gracia, con sello muy particular de la murga de Huelva y una preciosa música de pasodoble al más puro estilo de Jesuli Perojil. El primero a la dana, contado desde una historia particular ficticia por todos aquellos sueños y vidas que se perdieron. Por cierto, no conocen a Carmelo, personaje imaginario de este pasodoble. El segundo va directo y en primera persona a Francis Espinosa, expresidente de la Fopac: “El peor presidente de la historia”. Cuplés de paso y un estribillo con mucho ritmo que todos coreamos. En el popurrí nos narran las aventuras de estos famosos niños venidos a menos, a los que Juan y Medio popularizó; todo un despliegue de absurdas situaciones para desternillarse de risa, como así lograron. Un buen repertorio que conquistó al público y que espero ver en la Gran Final.

El Ferry Ayamontino, ‘Guadiana’, vuelve a amarrar en el Gran Teatro, desprendiendo su estela llena de historia. Su propuesta para este concurso está calando, surcando con parsimonia las aguas de este concurso, como así lo hiciera antaño en el Guadiana, con esa alma nostálgica marinera, testigo de aquel desarrollo comercial, social y cultural. Presentación perfecta con un sonido impoluto y abriendo bocas para su desarrollo. Destaco el segundo pasodoble, una joya en todo su contexto, un alegato cruel y realista de la situación de la mujer, enfrentando pasado y presente en una teatralización literaria emotiva e impactante. Debo reconocer que me dejé llevar por la emoción del contexto. Letra para enmarcar: Hablándole a la foto de su madre, algo que no se sabe hasta el final: “SI supieran que su vida la remató las manos de un cobarde, las mismas manos que me criaron, las de mi padre”. Los cuplés son más gaditanos, con referencias a grupos y carnavaleros de Cádiz; letras de paso. Estribillo llamativo y muy bien llevado y cerrando con una clase magistral de historia, que relatan de principio a fin. Otra de mis favoritas para estar entre las grandes.

Por cuestiones laborales y de urgencia, no pude presenciar la última agrupación de la noche, ‘Fui al registro Civil y me puse Mariví’. Mis disculpas a la agrupación. Feliz carnaval a todos.

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