El PP se ha quedado, por primera vez en la historia, sin representación en el Ayuntamiento de Almonte después de que el último concejal que le quedaba, Jonathan Domínguez, haya anunciado su renuncia como respuesta a "la injusta expulsión" de su dos compañeros de grupo municipal.
Este movimiento se produce después de la decisión del Comité Autonómico de Derechos y Garantías, que avala la expulsión de dos ediles a los que la dirección provincial acusaba de haber cometido una infracción "muy grave" recogida en los estatutos del partido como es la "manifiesta deslealtad al partido, a sus órganos de gobierno y representación", según indicaba el PP del municipio en su cuenta de redes sociales.
Así, a esta expulsión de Miguel Ángel Jiménez y Ernesto Abel Herrera se ha sumado este lunes el anuncio de dimisión del tercer concejal que ostentaba la formación en el consistorio almonteño, Jonathan Domínguez, que en una nota de prensa ha criticado la expulsión de sus compañeros, así como "las presiones ejercidas por la dirección provincial para forzar al grupo municipal del PP de Almonte a alinearse con los intereses del partido de Gobierno, Ilusiona".
Según Domínguez, estas "presiones" de la dirección provincial, con Manuel Andrés González al frente como presidente provincial del partido, han sido "constantes" y "han tenido como objetivo doblegar la voluntad de los, hasta ahora, concejales populares almonteños a causa del pacto firmado a nivel provincial con Francisco Bella".
El edil ha señalado que esto ha llevado a "una situación inédita en la historia democrática de Almonte", ya que "por primera vez se quedará sin representación en el Consistorio, como consecuencia directa de la decisión tomada por la dirección provincial de expulsar a dos de sus ediles".
Asimismo, ha manifestado que "esta etapa concluye tras más de un año en el que la dirección provincial del PP ha intentado comerciar con los valores de los concejales almonteños, utilizando los votos obtenidos por Miguel Ángel Jiménez en las últimas elecciones municipales como moneda de cambio en una operación de poder" que, según Domínguez, "nada tiene que ver con los intereses reales de los ciudadanos de Almonte".
"El rechazo del grupo municipal a abandonar una oposición firme, responsable y no subordinada al equipo de gobierno ha desembocado en una maniobra absolutamente abominable por parte de la dirección provincial" que, según Domínguez habría consistido en "negociar con el alcalde de Almonte, Francisco Bella, el control de la MAS y de las Mancomunidad de Desarrollo del Condado, a cambio de la cabeza del líder de la oposición".
Por ello, ha subrayado que "no está dispuesto" a "ser la marioneta de una formación que jamás ha mostrado ningún tipo de apoyo ni de reconocimiento a la extraordinaria labor de oposición que nuestro grupo ha venido realizando". "Muy al contrario, lo único que hemos recibido por parte de la dirección provincial del Partido Popular, a cambio de nuestro trabajo y respeto a la línea política, han sido presiones, desprecio y zancadillas por no plegarnos a sus intereses", ha añadido.
"Por tanto, a partir de ahora ejerceré la función que me encomendaron mis vecinos junto a mis compañeros como concejal no adscrito, con idéntica responsabilidad y compromiso y con la cabeza más alta si cabe, porque por encima de los presuntos 'valores' de un partido que se ha vendido en Almonte, están los valores éticos y morales que, como persona y como político, pienso seguir demostrando con trabajo y dedicación", ha zanjado Domínguez.
Por su parte, en sus redes sociales el PP de Almonte ha señalado que los hasta ahora concejales "ya no representan ni forman parte del Partido Popular, por lo que cualquier declaración o decisión que tomen no tiene relación alguna con nuestras siglas", toda vez que subraya que "esta nueva etapa para comienza con fuerza y determinación" y que "la nueva ejecutiva local, bajo la presidencia de Rocío Trigueros, toma las riendas del partido con el firme compromiso de trabajar por un Almonte mejor, basado en la política constructiva y el respeto".
El PP de Almonte celebró en septiembre de 2024 su Congreso Local Extraordinario tras aprobar a mediados de julio la constitución de una Junta Gestora en el municipio para "mejorar y responder a las necesidades de los almonteños", según indicaban. Varios días antes, la Junta Directiva Provincial adoptó por unanimidad elevar expediente sancionador al Comité Autonómico de Derechos y Garantías contra los ya expulsados concejales del municipio.
Entonces, la formación indicaba que esta medida respondía a una serie de actuaciones que "incumplen las normas internas y principios del partido". La secretaria general del PP de Huelva, que también ha sido presidenta de la Junta Gestora de Almonte, Berta Centeno, explicaba que se había adoptado la medida de incoar un expediente disciplinario debido a "graves hechos" que se describen en el artículo 16 de los estatutos del partido.
Por su parte, el entonces presidente del Partido Popular de Almonte, Miguel Ángel Jiménez, criticó duramente la actuación del presidente del partido en la provincia, Manuel Andrés González, al que dijo que "Almonte no es Venezuela" y que "sus prácticas son más propias del régimen bolivariano que del Partido Popular", así como manifestó su "profunda preocupación" por "la falta de transparencia y el atropello a los derechos de la militancia local".
De este modo, afirmó que la convocatoria del Congreso Local Extraordinario "no solo es irregular en su forma, sino que también viola el plazo mínimo de 15 días exigido por los estatutos del partido" y que "no se había comunicado a la militancia de manera adecuada, publicándose únicamente en la página de Facebook del órgano provincial, sin utilizar medios formales como el correo postal, telefónico o electrónico".