Estos tres meses hay que aprovechar elementos naturales como el sol y la playa, en los que el Ayuntamiento, es cierto, emplea cantidad de recursos, para mantener las playas en el nivel correcto de calidad. Unas playas, como se indica en la página web de Turismo, “de arena fina, color oro que, junto con un sol brillante y un mar de aguas frescas y cristalinas, conforman un cuadro perfecto para pasar días inolvidables. Se extiende a lo largo de 16 kilómetros”. Y es un elemento que “no todos sabemos o queremos apreciar. Muchas veces preferimos salir fuera, aún en la provincia, para ir a otras playas, cuando tenemos muchas y mejores en El Puerto”, explica José
María García, que asegura que “yo pudiendo disfrutar de mis playas, no elijo otras, porque además la buena calidad de las mismas las avalan las banderas azules”, que este año se han vuelto a centrar en cinco playas (Valdelagrana, La Puntilla, La Muralla, Santa Catalina y Fuentebravía" y el Centro de Recursos Ambientales (CRA).
Y el buen tiempo que se respira en la ciudad provoca que el turismo gastronómico sea otro de los referentes de la ciudad. Antes El Puerto estaba totalmente asociado a una firma de mariscos, y aún hoy es mucha la gente, sobre todo los turistas, que siguen haciendo dicha mezcla, pero cierto es que “es mucha la gente que se acerca al centro, a mediodía o ya cuando cae la tarde, para poder disfrutar de cualquier restaurante o bar, porque somos muchos y ofrecemos muy buena variedad. Los productos de la zona, el pescaíto frito, es nuestro referente, pero tenemos una amplia variedad para todos los gustos”, indica un hostelero, y a ello hay que unir que el centro brilla con luz propia gracias también a la actividad que se respira en el parque Calderón, no sólo por las atracciones existentes sino por el mercado artesanal que se instala todos los veranos en el mismo, así como a los espacios hosteleros.
“De noche se nota mucho ambiente. Si dicen por ahí que la marcha de los jóvenes ha decaído, será en las zonas para hacer botellón, porque el centro, excepto algún fin de semana puntual, se llena. Es cierto que sobre todo entre semana hay más ambiente, quizás porque la gente prefiere cenar fuera de manera puntual y tomarse una copita que salir un fin de semana por derecho, pero ambiente hay”, explica otra hostelera.
Variedad
Pero los esfuerzos del Ayuntamiento son diversificar la oferta que se ofrece al visitante e incluso al portuense, en ese objetivo final de romper la estacionalidad. Así, explica Patricia Ybarra que “el turismo cultural, el idiomático, el activo, de naturaleza, el gastronómico, el deportivo, se desarrolla en el Puerto 365 días al año, por lo que entendemos que la difusión de la oferta global nos ayudará por un lado a atraer un mayor número de visitantes y turistas y por otro a que no se concentren en una época del año”.
Además, asegura la edil popular que “estamos también trabajando con el sector turístico a nivel local, dividido en segmentos, ocio, hospedaje y hostelería, que posteriormente deberemos combinar, para crear sinergias de trabajo conjuntas que nos permitan llegar a una población mayor y para que, por ejemplo, un hotel no sólo venga sus habitaciones, sino la oferta de ocio de la ciudad, o una empresa de ocio venda también los hoteles de El Puerto”, y es que, el concepto es que aunar esfuerzos puede reportar mayores y mejores resultados.
Al igual que hay quien cree en este tipo de proyectos, el de sacar el máximo partido a la ciudad, no sólo en verano, sino también en invierno con otro tipo de opciones que atraigan al público, los hay escépticos al uso. María José López, visitante, admite que “El Puerto para mí es un lugar paradisíaco. Yo vengo todos los veranos, a pesar de venir de Madrid, porque me merece la pena. He conocido muchos sitios de costa, pero como éste, ninguno. Estoy enamorada. Pero es cierto que le falta un empujoncito para salir del concepto de pueblo, porque es una ciudad con bastantes posibilidades, sobre todo para ofrecer variedad, y no se fomenta, me da la impresión”.
Evidentemente, “el turismo de sol y playa está genial, pero creo que las administraciones se deberían centrar en el turismo de calidad, el que genera ingresos, como es el de congresos, y habilitar espacios fijos, sobre todo monumentos, para que durante todo el año puedan venir asociaciones de todo tipo a hacer uso de esta ciudad”.
Los escépticos creen que “no se hace nada. Nos conformamos con tener dos playas con banderitas azules y poco más, y no se trabaja más. Todos los años es lo mismo, ni conciertos, por lo que nos tenemos que ir fuera, a Cádiz por ejemplo, ni cine de verano en la playa, ni una oferta buena que nos haga quedarnos. Normal que no queramos quedarnos aquí y visitemos otros lugares”, indica un joven, que confirma que mucha juventud portuense sale, en esta época, en Conil, Chiclana o espacios cercanos, o en Arcos, donde han abierto una terraza al aire libre “que es lo que funciona. No digo que no se trate de modas, pero efectivamente es una buena idea que ya se podría explotar aquí. Deberíamos aprender de otros lugares cercanos, porque se saben promocionar” y sacarse partido, entienden.