Su caso conmocionó a la opinión pública, y en mitad del drama emergió la figura de Juan José Cortés, un hombre que empezó a derrochar valores por donde quiera que fuera, que se ganó el cariño de toda España, y que demostró el poder efectivo de la fe para salir de las trampas de la existencia.
Cuando se detuvo a Santiago del Valle, asesino de la pequeña, continuó lanzando mensajes en los que la justicia justa, la mesura y la paz lo abarcaban todo. Para más ‘inri’, Del Valle mató a su hija cuando debía haber estado en la cárcel, pero una negligencia del juez Tirado y su equipo hizo que siguiera en la calle para continuar repartiendo odio y desgracias. Cortés no perdió la paciencia. Inició una campaña de recogida de firmas por toda España, y tras reuniones con diferentes líderes políticos, Zapatero en La Moncloa incluido, encabezó la cruzada para el endurecimiento del código penal para con los pederastas.
El PP atendió su demanda, y fichó por el partido de Rajoy, con el que trabaja como asesor de Justicia. Llegó el juicio, y siguió liderando su lucha con las armas de la palabra. Platós televisivos, ruedas de prensa multitudinarias, redes sociales... Allá donde dejara su mensaje, el ejemplo seguía cundiendo.
Su retórica lo llevó a encabezar mensajes religiosos, ejerciendo la figura de pastor evangélico, siendo seguido como un ídolo allá donde dejara su palabra. En Sevilla, donde se había mudado para alejarse del lugar donde destrozaron su vida, le ofrecieron la posibilidad de iniciar una carrera televisiva, y la misma noche de este último acontecimiento había estrenado su programa de debate y reflexión ‘Mentes despiertas’.
Pero hasta los más virtuosos tienen un límite. No se sabe el grado de implicación que el ‘padre Cortés’ habrá tenido en los tristes acontecimientos de la madrugada del miércoles. Eso, la Justicia se encargará de dictaminarlo. Ahora inicia un nuevo capítulo de su historia pública. Anoche durmió, si pudo, en los calabozos de la Comisaría Provincial. Posiblemente, pese al manantial de fe que este hombre ha repartido, la de anoche no fuera la primera que pasa en el calabozo en el que un asesino de niñas le metió la fatídica tarde del 13 de enero de 2008.
