Treinta ilustradores españoles y latinoamericanos se han atrevido a dar su personal visión contemporánea de la Constitución de 1812, conocida como La Pepa, en una exposición presentada en Madrid que conmemora el bicentenario del texto constitucional de Cádiz.
A partir de varios artículos de La Pepa, los ilustradores, 18 españoles y 12 latinoamericanos, han aceptado participar en este proyecto, organizado por Acción Cultural Española, en el que se genera un espacio de reflexión desde distintas prácticas artísticas actuales más allá del mero ejercicio conmemorativo o historicista.
En la muestra, que se expone en el Museo ABC de Madrid hasta el próximo 3 de junio, se pueden ver las propuestas de los ilustradores españoles Pablo Amargo, Elisa Arguilé, Pablo Auladell, Arnal Ballester, Paz Boira, Miguel Calatayud, Isidro Ferrer, Miguel Gallardo, Ana Juan, Keko, Laura, Victoria Martos, Max, Micharmut, Sonia Pulido, Carmen Segovia, Fernando Vicente y Noemí Villamuza.
Representando a Latinoamérica participan en la muestra los mexicanos Cintia Bolio y Alejandro Magallanes; el cubano Ajubel; los brasileños Anna Anjos y Flavio Morais; el venezolano Denover; el peruano Juan Acevedo; los argentinos Mariana Chiesa y Liniers; el uruguayo Ombú; la colombiana Powerpaola y el chileno Rodrigo Salinas.
En la muestra, comisariada por Jorge Díez, llama la atención el trabajo de varios ilustradores centrado en el mítico grito de "¡Viva la Pepa!!, identificado por los absolutistas con la anarquía y la irresponsabilidad, como en los casos de Mariana Chiesa, Anna Anjos o Linniers, en los que desmienten la "sesgada visión" de los absolutistas sobre el lema liberal.
Miguel Gallardo toma como referencia el mismo eslogan y lo liga a los recientes movimientos del 15-M en alusión a la "plena vigencia" de la Constitución de 1812, en un momento -ha dicho a los periodistas- en el que "se están cuestionando muchos de los derechos ya logrados".
Así, el ilustrador representa a un integrante del 15-M pintando en un muro el lema "Viva la Pepa" con unas sombras amenazantes detrás en las que el artista ve "al actual Gobierno, que en muy poco tiempo ha puesto en cuestión derechos históricos del pueblo".
Ana Juan y el cubano Ajubel han concebido sus obras en clave poética, al utilizar la primera la histórica identificación de la Constitución con el torso de una mujer, mientras que el segundo ha dibujado un personaje que toca rebato en el hueco que ocuparía el corazón de un maniquí.
Según ha explicado Ajubel, su obra es una alegoría al representar, a través de un maniquí rígido, los trajes "de la moralidad de distintas épocas".
Varios artistas, como Cintia Bolio, Devoner o Rodrigo Salinas, abordan el conflicto con el poder, la primera desde una perspectiva de género vinculada a la realidad mexicana y los otros dos desde la necesidad de enfrentarse a la connivencia de distintas ideologías, religiones e intereses.
Carmen Segovia, Pablo Auladell o Flavio Morais, al igual que Sonia Pulido y Noemí Villamuza, coinciden en sus metáforas visuales sobre desigualdades y privilegios y en la defensa de la siempre amenazada libertad de expresión, aspecto al que también alude Miguel Calatayud con una colorida ilustración realizada con una técnica mixta de diseño y ordenador.
Por su parte, Laura Pérez coincide con varios colegas a la hora de plasmar el enfrentamiento con el antiguo régimen, representado por Fernando VII, a quien la artista dibuja, tomando como referente un retrato de Goya, bajo el peso de un campesino subido a burro.
La muestra reúne además de estas piezas, creadas específicamente para la ocasión, algunas ilustraciones anteriores de los artistas, con el objetivo de que el visitante tenga un mayor conocimiento de los autores y elabore su propia lectura a partir de distintos recorridos visuales.