La pasada semana se puso en marcha, un año más, el Plan Renove de Electrodomésticos. Se trata de un programa en el que la Junta de Andalucía subvenciona la sustitución aparatos domésticos por otros que sean eficientes en el consumo de energía eléctrica, que gasten menos agua y que produzcan menos ruido. Son los etiquetados como clase A o superior. Unas ayudas que ofrecen descuentos del 25 por ciento sobre el valor del producto siempre que no superen los 105 euros al comprar un frigorífico o congelador de clase A+ y los 125 euros por adquirirlos de clase A++, y los 85 euros por adquirir una lavadora o un lavavajillas de clase A.
Además, este año, por primera vez, los equipos de climatización también tendrán una subvención de hasta 300 euros, incluida la instalación de los aparatos.

Así, las ventajas del cambio de uno de los electrodomésticos incluidos en la cartera de los subvencionados no son pocas, siendo la rebaja en el precio de compra sólo la primera. A esta, le sigue el que, al ser el nuevo un electrodoméstico eficiente, utiliza menos energía para hacer el mismo trabajo. Por ejemplo, una lavadora de clase A consume un 40 por ciento menos de energía que una de clase D, que se situaría en mitad de la tabla según el consumo energético. Además, cambiando una lavadora ineficiente por una de clase A se pueden ahorrar de media unos 319 euros a lo largo de la vida útil del nuevo aparato.
No obstante, para beneficiarse del plan los ciudadanos deben entregar un electrodoméstico del mismo tipo que el que desean adquirir, de menor eficiencia energética y que esté en uso. Eso sí, la compra debe hacerse en uno de los casi mil establecimientos asociados en la comunidad autónoma, que son, además, los encargados de realizar todo el papeleo para reclamar la subvención y de retirar el viejo electrodoméstico de casa sin coste alguno.

En Estepona, tan sólo en una de las tiendas que participaron el pasado año, más de doscientas personas se beneficiaron de este Plan Renove.

Defensa del medio ambiente

En los dos años anteriores en los que se realizó esta campaña, se retiraron un total de 128.637 equipos de toda Andalucía, lo que ha supuesto un ahorro equivalente al consumo anual de cerca de siete mil hogares; además, se ha evitado la emisión de 12.859 toneladas de CO2, que equivale a retirar de la circulación alrededor de 6.600 vehículos.