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Andalucía

Constatan la efectividad de la ley antibotellón seis años después

A tenor de los resultados de ese estudio, la ley ha sido "positiva" porque ha permitido la erradicación del botellón "espontáneo e incontrolado", salvo en los municipios que la aplican "esporádicamente", ha explicado Chamizo

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  • El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo. -

 

Seis años después de la aprobación de la conocida como ley antibotellón, que permite a los municipios andaluces regular las actividades de ocio juvenil en la calle, su aplicación se ha mostrado efectiva en líneas generales para conciliar el derecho a la diversión con el descanso vecinal.
 
Así lo ha manifestado el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, durante la inauguración en Granada de unas jornadas cuyo objetivo es analizar la evolución del ocio juvenil en Andalucía seis años después de la aprobación de esta norma sobre la base de un informe elaborado por la Oficina del Defensor respecto a la incidencia de la ley en los municipios de más de 50.000 habitantes.
 
A tenor de los resultados de ese estudio, la ley ha sido "positiva" porque ha permitido la erradicación del botellón "espontáneo e incontrolado", salvo en los municipios que la aplican "esporádicamente", ha explicado Chamizo.
 
El Defensor del Pueblo ha diferenciado entre los municipios que optaron por autorizar espacios para la práctica del botellón, como Granada, y aquellos que no lo han hecho, como Sevilla, lo que ha propiciado en esta última la celebración de "pequeños botellones" repartidos por la ciudad que crean "tensión entre la ciudadanía".
 
Interrogado sobre qué medida es más efectiva, si la implantación de "botellódromos" para derivar allí a los jóvenes o la erradicación total del consumo de alcohol en la vía pública, Chamizo ha considerado que depende de las circunstancias de cada ciudad y que "no hay una única respuesta válida", aunque cree que la creación de espacios está dando buenos resultados a la hora de conciliar el derecho a la diversión con el derecho al descanso.
 
"El objetivo -ha dicho- debería ser erradicarlo, salvo que los espacios se convirtieran en lugares de ocio en el que el consumo de alcohol no difiriera del asociado a un consumo" no excesivo.
 
Chamizo, que ha recordado que muchos de los que acuden a los botellódromos son mayores de edad, se ha referido también a la crítica de los jóvenes hacia a las autoridades, a las que atribuyen la "hipocresía" de no querer habilitarles un espacio y sin embargo permitirles que beban en los bares y las discotecas.
 
En lo que no se ha mostrado especialmente eficaz la ley antibotellón es en la prevención del consumo de alcohol entre jóvenes, que sigue siendo "preocupante" en la franja de edad comprendida entre los 17 y los 26 años, según Chamizo, quien ha abogado una vez más por prohibirlo entre los menores de edad.
De la evolución del botellón en Granada ha hablado su alcalde, José Torres Hurtado (PP), promotor hace años de una reunión en Antequera junto a regidores andaluces que propició esta ley.
 
Torres Hurtado, que optó por la construcción de un "botellódromo, ha hecho una petición al Defensor del Pueblo Andaluz: que se legisle, si es que no hay normativa al respecto, para que a los convocantes de botellones multitudinarios como los que tienen lugar durante la Fiesta de la Primavera se les pueda atribuir algún tipo de responsabilidad penal o administrativa.
 
Lo ha justificado en que si se produce una "desgracia", la responsabilidad recae solo sobre la administración y no sobre los convocantes, que son los que han propiciado la concentración.
El alcalde ha indicado que desde la apertura del botellódromo, que ha erradicado los botellones en el centro de la ciudad, las sanciones impuestas a los jóvenes son "mínimas".
 
En las jornadas también ha participado, entre otros, Eusebio Megías, director técnico de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, quien ha negado que los jóvenes se inicien en el alcohol a edades cada vez más tempranas.
 
"La edad de inicio sigue estando en torno a los catorce años desde los últimos veinticinco o treinta años. Lo que ha cambiado es la forma de iniciarse en el alcohol: antes lo hacían en el ámbito de la familia y ahora entre iguales, con los amigos", ha dicho Megías, para quien en España, donde hasta los años 80 no hubo "conciencia" de que existía un problema con el alcohol, los adultos usan a los adolescentes como "chivo expiatorio" para justificar el problema. 

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