Este tipo de prótesis cuenta con un reservorio interior, en el que hay un depósito de líquido que se activa con una bomba colocada en el escroto y que permite que el fluido pase a dos elementos que están en el interior del miembro para que se produzca la erección. Además, incorpora un tratamiento antibiótico que logra disminuir el riesgo de infección hasta el 2 por ciento.
El doctor de la Universidad de California, Steve Wilson, experto en estas patologías, visitó el Complejo Hospitalario para mostrar esta técnica a los profesionales del Servicio de Urología.
Este servicio atendió el pasado año a 4.371 nuevos pacientes y llevó a cabo 16.928 revisiones en sus consultas externas. Los pacientes que precisaron ingreso fueron 952 y un total de 1.766 requirió una intervención quirúrgica.