El presidente de Unicaja Banco, Braulio Medel, tiene la batalla judicial perdida con los afectados por las preferentes y subordinadas de Ceiss a tenor de las sentencias judiciales ya dictadas, que siempre han dado la razón a los demandantes y han obligado a la entidad a devolver el dinero invertido, pagar los intereses y a abonar las costas del proceso judicial.
Según concretaba ayer el portavoz de la Plataforma de Afectados por las Preferentes de Ceiss en León, Raúl Prudencio, sólo en septiembre esperan presentar en esta provincia 2.000 demandas judiciales, que superarán las 15.000 en todas las provincias afectadas.
La vía judicial es la única opción que les han dejado a los 37.000 afectados por las participaciones preferentes y las obligaciones subordinadas en el Banco Ceiss, puesto que no pueden acceder a ningún tipo de arbitraje y las condiciones anunciadas por Unicaja, que reducen al 26% del capital social el posible canje de estos productos híbridos por acciones, les empujan aún más a acudir a los tribunales, que ya han comenzado a darles la razón.
Así, las tres sentencias judiciales ya dictadas por juzgados de León, Zamora y Salamanca han sido favorables a los demandantes, que presentaron sus reclamaciones antes de julio (ya había presentadas en esas fechas 200). En todos los casos se condenó a la entidad a devolver íntegramente el dinero invertido, a abonar los intereses y a pagar las costas judiciales.
Las previsiones de los cinco bufetes que llevan la inmensa mayoría de las demandas es que el sentido de las sentencias sean muy similares, puesto que el perfil mayoritario es el de una persona mayor, con falta de formación e información, que nunca supo que su dinero estaba en un producto financiero de riesgo. El próximo juicio será este jueves 5 de septiembre.
“La gente está decidida a acudir a los tribunales”, relataba Raúl Prudencio, recordando el abandono en el que se han sentido en estos meses y la falta de concreción que sufren ahora con Unicaja, que además vincula la adquisición de Ceiss a que el 75% de los bonos contigentes convertibles (los híbridos transformados en cocos tras la quita del FROB) acepten el canje por acciones que les ofrezca la entidad malagueña.
Pero este nuevo canje podría suponer una nueva quita (ya han sufrido una anterior que ha mermado sus inversiones entre el 10 y el 65%) que los preferentistas no están dispuestos a asumir, por lo que la justicia es la vía que tomarán, al menos por ahora, más de 15.000 de los 37.000 afectados.
