El carguero Citadel, que permanece encallado desde el mediodía de ayer en el río Guadalquivir a su paso por Trebujena (Cádiz), tendrá que esperar a que sea un remolcador de mayor potencia, posiblemente de Cádiz, el que acuda en su auxilio, según ha informado a Efe la empresa Corporación Marítima Boluda.
Tras las labores infructuosas llevadas a cabo la pasada noche por parte de los remolcadores del puerto de Sevilla, la compañía ha instado al armador a que solicite un remolque mayor que, en caso de partir de la capital gaditana, emplearía unas dos horas de navegación en llegar a la zona.
Por ello, la compañía asegura que "difícilmente" podrá llegar a aprovechar la marea de mediodía, por lo que probablemente se reanudarán las tareas de liberación del buque cuando llegue la madrugada.
No obstante, debido a que se encuentra en una zona de lodos y con su carga, fertilizantes de abono, estabilizada, ni el barco ni el entorno corren peligro, según las citadas fuentes.
El "Citadel", buque dedicado al transporte de mercancías a granel de bandera holandesa, se dirigía al puerto de Sevilla cuando se introdujo en uno de los meandros del Guadalquivir y quedó perpendicular a la corriente del río.
La niebla parece la causa más probable de que el buque, de 111 metros de eslora y más de 6 metros de calado, encallara en esa zona del río, próxima a la desembocadura en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).