Personal sanitario de Montealegre convocó ayer un parón de diez minutos a las puertas del centro de salud en protesta por la política de recortes presupuestaria y de facultativos por parte del Servicio Andaluz de Salud (SAS). “No pedimos ningún tipo de incentivo salarial, sólo hacer nuestro trabajo con unas condiciones de calidad que vemos que se están deteriorando en los últimos tiempos”, señaló Rosario Fernández, del Sindicato Médico, para la que este deterioro se justifica por la no sustitución del personal que se ausenta reglamentariamente. Al no cubrir esas vacantes padecen “sobrecarga de trabajo, tensión, estrés para el profesional, además de la supresión de programas preventivos para el profesional de la salud”.
Con menos plantilla y un importante número de usuarios adscritos a este centro, algo más de 30.000, la atención médica que llega resulta deficiente para el paciente. Al respecto, los facultativos advierten que no se responsabilizarán de los posibles errores médicos que se produzcan y culparán a la Junta de las negligencias que pudieran registrarse. Así, los pacientes no están conformes con estas “restricciones”, y muchos han manifestado ya sus quejas porque su médico de cabecera no pase consulta. Como tampoco hay sustitutos, en ocasiones se ven obligados a desplazarse a otros centros de salud.
Igualmente, señalan que las listas de espera son cada vez más largas y el número de pacientes amenaza con multiplicarse con la llegada de la patología invernal de la gripe.
Hablando en cifras, el personal que “sobrevive” en Montealegre asume la carga de trabajo de cinco profesionales que están de baja: dos enfermeros, un administrativo, un auxiliar y un médico. Éste último lleva casi tres semanas sin poder asistir al trabajo y “no está previsto que las bajas se sustituyan”, comentó la portavoz de la movilización. El colectivo sanitario no comprende cómo la Administración deja que los profesionales se encuentren al límite sin hacer nada cuando “hay médicos, enfermeros y auxiliares en paro. “A pediatría prometieron un quinto refuerzo, que no llega. Somos cuatro y ahora dos personas se marchan de vacaciones, por lo que estarán sólo tres médicos”.
Recuerdan que la falta de personal se ha convertido en un mal endémico que afecta principalmente a Andalucía, y en gran medida en poblaciones como Jerez o los núcleos de la Sierra, que hoy llevarán sus acciones de protesta a Ubrique. Rafael Iglesias, del Sindicato Médico, recordó que “los médicos también nos ponemos enfermos y necesitamos que nos cubran”. Las restricciones no son sólo de plantilla, también económicas. De hecho, tanto médicos como enfermeros demandan la remuneración del complemento atención continuada tipo A, visitas programadas y horas extras para atender a personas enfermas, que el SAS ha retirado después de veintiún años. “La Junta se ampara en que no hay médicos y puedo asegurar que sí que los hay, pero muchos prefieren estar en su casa cobrando el desempleo para no aceptar los contratos deplorables que les ofrecen”.
La concejala del PP, María José García Pelayo, manifestó su disconformidad con la “incoherencia” de la Junta, que no cubre las bajas médicas con el argumento de que “no hay profesionales” y recordó la necesidad de que cesen los recortes y la sanidad se convierta “en una primera necesidad”. Para la popular, “el PSOE prometió que no habría recortes sociales y a la vista está que esas bajas se están produciendo”. Al mismo tiempo señaló que en la provincia hay más de 3.000 médicos que se desplazan a otros sitios con menos precariedad laboral como Portugal, que sigue demandando facultativos españoles, “donde no se les hacen contratos por veinticuatro horas que lo único que hacen es no respetar su dignidad como persona y en nada garantizan una calidad asistencial estable”. García Pelayo añadió que no se trata ya sólo de personal médico, sino de profesionales administrativos, destacando que Jerez tiene pendiente desde hace dieciocho años la finalización de la red de atención primaria de Jerez, “que ha de ir modificándose acorde al crecimiento de la población. La Junta no ha cumplido aún con la red de 1990 y le quedan tan sólo cuatro años para reorganizarla”. Para el PP, los profesionales superan los cupos establecidos y en caso de Montealegre la situación es peor, ya que los sábados no abre y estos usuarios han de desplazarse a La Granja, que atiende el Distrito Este y Guadalcacín. Recuerda también que la valoración de los informes de Dependencia se hacen en los centros de salud. Al no haber personal suficiente se retrasan.