Karl Lagerfeld es todo un icono a seguir dentro del mundo de la moda y es que el diseñador más conocido de Chanel tiene un estilo muy personal lo que le hace único. Si hay algo que caracteriza al diseñador son sus habituales gafas de sol, un complemento del que no se separa nunca.
Pero esto no es un simple gusto por las "lentes" si no que Karl tiene una anécdota muy graciosa que explica el motivo por el cual nunca se separa de las gafas de sol. Después de muchas incógnitas, ha querido revelar la razón a la publicación alemana ZEITmann y es que para él la parte más preciada de su cuerpo son sus ojos.
"Estaba con una conocida en un club. De repente apareció un enano con el que había tenido un lío amoroso. Cuando me vio con ella, le quiso tirar un vaso por la cabeza, pero me dio en el ojo. Ese día tenía por casualidad unos lentes porque soy ligeramente miope. Entonces me di cuenta de que los ojos son lo más precioso que tengo. Y desde entonces no salgo más sin gafas" esta fue la curiosa explicación que dio Karl para su "amor" por las gafas.
Y es que esta simple anécdota es más importante de lo que parece, ya que ha sido un echo que ha marcado el resto de su vida, porque sigue manteniendo esa costumbre después de que el hecho sucediera en el año 1967.