La mujer de 76 años que murió ayer en Píñar (Granada) tras ser disparada por su marido, que confesó el crimen a varios clientes de un bar, nunca había denunciado maltrato ni se tiene conocimiento en el municipio, donde el matrimonio ha residido toda la vida, de episodios de ese tipo entre ambos.


El presunto autor de los hechos, también de 76 años y que permanece detenido en dependencias de la Guardia Civil, sufría desde hace unos meses un problema de salud mental relacionado con algún tipo de "trastorno delirante", explicó a Efe Inmaculada Oria, alcaldesa de este municipio granadino de unos mil habitantes.


El matrimonio tiene siete hijos, uno de los cuales trabaja en el Ayuntamiento, que decretó tres días de luto oficial.
La víctima no era usuaria del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) ni había denunciado ante ese organismo haber sido víctima de maltrato, informó a Efe su coordinadora, Carmen Solera.


Tampoco al Ayuntamiento le consta denuncia alguna ni antecedentes de maltrato entre el matrimonio, según la alcaldesa, a quien los hijos del matrimonio le han transmitido que estaban "muy pendientes" de su padre debido al trastorno que sufría de un tiempo a esta parte, aunque hasta ahora no había mostrado "conductas agresivas".


Se trata de una familia "conocida y querida" en el pueblo cuyos progenitores "han trabajado mucho para sacar adelante a sus siete hijos", según la alcaldesa.


El presunto agresor, M. L. R, ya jubilado, ha trabajado fundamentalmente en el campo y era aficionado a la caza.


A las 7.40 horas de ayer M. L. R. tocó la puerta de un bar para decirle a su dueño, Juan Hurtado, que había disparado tres tiros a su esposa, "dos en la cabeza y uno en el pecho", una confesión que realizó "tranquilo y normal", pidiendo que avisaran a su hijo y a la Guardia Civil. "No sabía cómo reaccionar, porque tenía una actitud normal, no violenta, como cuando venía al bar a diario, y le pregunté si era verdad lo que me estaba contando", explicó el dueño del establecimiento. Juan Hurtado llevó al presunto asesino al bar, que no abrió al público, y avisó al hijo y a la Guardia Civil, a la que esperaron allí.


El crimen se habría producido en el domicilio familiar previsiblemente por un disparo de arma de fuego corta, que ya ha sido recuperada en una nave agrícola propiedad del detenido.


El cuerpo sin vida de la mujer ha sido trasladado al Instituto Anatómico Forense de Granada para practicarle la autopsia.


Se trata de la segunda mujer muerta presuntamente a manos de su pareja en lo que va de año en la provincia de Granada, tras el fallecimiento, el pasado 26 de febrero, de una vecina de Lanjarón atropellada por su ex marido.