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Miércoles 24/04/2024  

El necesario relevo en el bicentenario de 1812

El todavía presidente del Consorcio para la celebración del Bicentenario de la Constitución de 1812, Gaspar Zarrías, dejó la puerta abierta a mantener el cargo que ocupa si quien le nombró así lo desea...

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El todavía presidente del Consorcio para la celebración del Bicentenario de la Constitución de 1812, Gaspar Zarrías, dejó la puerta abierta a mantener el cargo que ocupa si quien le nombró así lo desea. Según explicó a este medio la gerente del mismo, María Luisa García Juárez, los estatutos establecen que al presidente lo nombra, directamente, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega. Incomprensiblemente se fijó así: “El titular de la Presidencia del Consorcio será designado por la Vicepresidenta Primera del Gobierno y Ministra de la Presidencia de entre altos cargos o miembros de órganos superiores o directivos de cualquiera de las Administraciones consorciadas”. Hasta ahora se había dado por hecho que Zarrías sería sustituido por el nuevo vicepresidente que nombre José Antonio Griñán en el renovado gobierno de la Junta de Andalucía. De hecho, se estableció en su día, pero de palabra, que fuese el vicepresidente de la Junta el cargo que designase la vicepresidenta. La realidad es que Gaspar Zarrías pudo haberse lanzado demasiado efusivamente a la opción de mantener el cargo. No porque su gestión haya sido mala, sino porque la tarea que tendrá entre manos en Madrid no le va a permitir mantener la dedicación que el Consorcio requiere precisamente en la recta final de preparación del Bicentenario. 

A Zarrías le han encomendado un trabajo mucho más importante y para el que es de esperar que se dedique en exclusividad. No debe decirse que no se logró el cambio de ritmo del Gobierno para combatir la crisis o el necesario pacto de la financiación autonómica porque los encargados de lograrlo estaban en otros asuntos. Es más, como todavía no se sabe si Griñán contará con vicepresidente o no, el Consorcio debería plantear que el futuro presidente no ostente un cargo tan destacado, o al menos tan absorbente, para que su labor sea mucho más eficaz. Si, de paso, el esfuerzo lo hace un político de la provincia, es muy posible que los preparativos mejoren. Zarrías ha sido un buen presidente del Consorcio y a él se debe que por fin exista una hoja de ruta acordada por todas las administraciones. Su aprobación supuso el primer día sin desencuentros. Con este importante nuevo comienzo debe continuarse con todavía más dedicación.

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