La Cumbre racista sobre el Racismo

Publicado: 20/04/2009
El problema de organizar una Cumbre contra el Racismo con invitados como el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, es que se corre el peligro de que no sólo fracase el sentido del encuentro, sino que provoque más tensiones que soluciones.
El problema de organizar una Cumbre contra el Racismo con invitados como el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, es que se corre el peligro de que no sólo fracase el sentido del encuentro, sino que provoque más tensiones que soluciones. Y esto es lo que ha sucedido en Ginebra, donde el Gobierno suizo se ha metido en un verdadero problema al acusar el presidente iraní a Israel de ser un Gobierno “racista y fascista” y hacerlo el mismo día en que se celebra el Día de Conmemoración del Holocausto, un hecho que siempre ha negado Ahmadineyad. Y aunque los insultos del presidente iraní son algo habituales, lo que no lo es es que todos los países de la UE tuvieran que retirarse de esta Cumbre (a la que no acudió ni EEUU ni Israel) por no compartir ninguna de las acusaciones de Irán, lo que ha generado que toda esta reunión en lugar de poner sobre la mesa todos los problemas que existen de racismo, haya provocado el enfado general por el racismo de algunos de sus invitados. Suiza, como otros países que quieren liderar la independencia con respecto a los grandes bloques políticos, debe asumir que hay que ser más responsable y eso empieza con saber a quién se invita y a qué actos.

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