Con una mochila importante a sus espaldas de 40 años en la Universidad, dos legislaturas como concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Málaga, presidente del Puerto de Málaga y un paso por labores orgánicas al frente de una agrupación socialista de la capital, José Sánchez Maldonado es templado en la respuesta, categórico y hasta apasionado en asuntos de economía, respetuoso con el adversario y entrañable al mencionar a su familia. Este Doctor en Economía y catedrático de Hacienda Pública de la Universidad de Málaga optimista y “culé” hasta la médula nació en un pueblo de la Axarquía malagueña, Algarrobo, donde vivió hasta los quince años. De familia humilde -su padre guardia civil de una cortijada de Motril-tiene a gala reivindicar esos orígenes que heredó y en la actualidad ejerce mostrándolos en su talante.
¿Cómo le comunicaron su nombramiento?
–Fue un honor que me lo ofreciera la presidenta. Me comunicó que iba a ser consejero el día de la Virgen de la Victoria, fiesta local en Málaga. Fue tarde, a las 1,30 de la mañana. Me llamó por dos veces, la segunda para cerciorarse que me había dicho Economía y no Hacienda. Ya llevo 15 meses en una labor muy intensa en un tiempos difíciles, con restricciones presupuestarias en todas las administraciones, pero tratando de hacer lo mejor que sé y aplicar a la situación mis conocimientos aunque lo cierto es que la realidad es tozuda. Mientras la presidenta confíe en mí, ahí estaré.
Trabaja con alegría y ritmo incesante
–Cuesta lo mismo, el día se lleva mejor. Hay días que te encuentras con problemas pero trato de superarlo y adaptarme.
En contra de la beneficencia, a favor de los derechos sociales
–A los ciudadanos hay que garantizarle los derechos. Si hay unos colectivos a los que hay que tratar de manera diferenciada, se lleva al Parlamento, se aprueba una ley y gozan de ese derecho. Las sociedades democráticas tienen que funcionar con derechos, no con ocurrencias ni soluciones particulares.
Su gran preocupación es el paro.
–Siento un malestar profundo cuando veo las cifras del paro. Hemos convertido este gran problema en la principal ocupación. Estamos haciendo un gran esfuerzo dentro de las restricciones jerarquizando las medidas que se toman en la Junta. Cualquier medida que se adopta, cualquiera, contempla qué capacidad tiene para generar empleo. Esa es la variable que nos informa siempre de la toma de decisiones.
¿Cómo ve el pesimismo de la sociedad al no albergar una solución inmediata?
–La desesperanza es mala compañía de la economía. Keynes hablaba del “espíritu animal” refiriéndose a ello. Cuando no se tienen esperanzas es más difícil avanzar. En Andalucía se está atisbando esperanzas y eso nos lo hace más fácil. Hemos estado muy sumidos en la desesperanza y comenzamos a salir de ese pozo.
¿Qué le inspira Podemos?
–Soy socialdemócrata desde que tengo uso de razón y por ello creo que todos aquellos que quieran venir a este terreno, bienvenidos.
¿Vaticina tiempos de minorías y de consensos?
–Como ocurrió en el 78, que fue todo un ejemplo de cómo se dejaron cosas en la gatera por el bien común. Si lo hicimos en ese momento ahora seguro que también porque estamos mas preparados democráticamente. Soy optimista y creo que se llegarán acuerdos. La obligación de los políticos es hacer la vida más fácil a los ciudadanos. En todo caso, mi partido, el PSOE, seguirá siendo fuerza hegemónica en Andalucía.
¿Imagina a Susana Díaz en la política nacional?
–Está totalmente ocupada en Andalucía. La veo echándole todas las horas del día a esta tierra.
Ha llegado a puestos importantes en la política sin pegar codazos ni zancadillas.
–Es cierto, me han llamado siempre para los puestos orgánicos. De haber tenido que pelear no hubiera llegado al cargo, no hubiera peleado a pesar de que ser concejal o consejero me han hecho mucha ilusión. Confieso que en mi hoja de ruta estaba un día poder ser consejero.