Condenado a veintidós años de cárcel por el crimen de Ídolos

El único acusado en la violenta muerte del propietario de la conocida tortillería Poti-Poti, en agosto de 2007, considerado culpable por un jurado popular, ha sido condenado a veintidós años de prisión como autor de un delito de asesinato.
El fallo judicial también contempla que el joven, V.Z, de 23 años y de nacionalidad ucraniana, tendrá que cumplir otra pena de doce meses de cárcel por un delito de hurto “ya que se llevó el ordenador portátil y otras pertenencias del fallecido” y nueve meses de multa “a razón de cuatro euros diarios” por otro delito de hurto de uso del vehículo de la víctima.
Asimismo, el único condenado en este suceso también deberá pagar una indemnización a la familia del propietario del bar de 61.000 euros, que es la cifra que ha estimado el juez, frente a los 31.000 que solicitó la Fiscalía.
La acusación particular, ejercida por los letrados Manuel Jesús Vázquez y Juan Pedro Cosano, había solicitado ante el juez un total de veinticinco años de prisión, “la pena máxima”, al considerar que en los hechos hubo “alevosía” y “ensañamiento”, puesto que el cuerpo del fallecido fue encontrado sin vida tras recibir “más de cuarenta puñaladas”.
No obstante, Vázquez manifestó estar “satisfecho” con el resultado del proceso judicial, ya que “al no haber atenuantes específicas a las que confirman el delito de asesinato no había nada que obligara al juez a elevar la pena”.
Destacar que hace dos semanas, un jurado popular declaró “culpable” al acusado, que residía en la casa de la víctima desde 10 días antes de los hechos, y quien en el juicio celebrado en esa fecha aseguró “no recordar nada” del momento de la agresión debido a la excesiva ingesta de drogas y alcohol.