Apemsa espera que el problema se solvente ?en breve? al construirse un transformador
El agua que los operarios de FCC (Fomento de Construcciones y Contratas), empresa concesionaria de la recogida de basuras, utilizan para el baldeo de calles y limpieza de camiones y contenedores aún procede de los manantiales de la ciudad ya que la planta de tratamiento construida para reciclar la procedente de la depuradora de Las Galeras no acaba de entrar en funcionamiento. Un problema de potencia del servicio eléctrico está detrás del retraso en la puesta en marcha de este sistema que la empresa municipal de aguas, Apemsa, espera solventar con la mayor agilidad posible. El contrato de la limpieza pública, adjudicado en mayo de 2007 a FCC y en vigor desde principios de 2008, incluía entre las numerosas inversiones la construcción de una planta de tratamiento específico para que el agua de Las Galeras pudiese reciclarse, darle otra utilidad. Se construyó a la salida de la estación depuradora no sin cierta polémica por parte de los promotores del PAU Golf Vistahermosa 2 y, según informan fuentes consultadas por Información, la obra terminó de ejecutarse hace aproximadamente medio año. La inversión ha rondado los 600.000 euros. Personal de Medio Ambiente advierte de los problemas que pueden tener los equipos instalados al no haberse puesto en marcha el sistema. En esta planta se aplicaría un tratamiento específico para eliminar la conductividad del agua, se desodorizaría y eliminarían los sólidos resultantes. Las previsiones manejadas por el área de Medio Ambiente -así lo dijo el entonces concejal Ignacio Colón en agosto de 2007- es que una vez puesto en marcha este sistema de reciclado de agua de Las Galeras se podrían ahorrar unos 65.000 metros cúbicos de líquido para los trabajos de limpieza y baldeo. Y es que en estas labores se utilizan diariamente entre siete y ocho cubas. Desde Apemsa se apunta a que esta depuradora terciaria se podrá usar “en breve”, ya que la empresa está construyendo un centro transformador nuevo para no cargar el de Las Galeras y de esta forma tenga cada edificio independencia, “no cargar el existente” y de paso lograr una reserva por si se produjese alguna incidencia en el futuro. El contrato de limpieza pública cuesta 12 millones por cada uno de los ocho años de la concesión. Esta cantidad se divide en unos siete millones destinados a personal, algo más de uno a costes de explotación y otro millón de euros en materia de dotación de vehículos. Las inversiones que la empresa FCC se comprometió a ejecutar se valoraron en 9,9 millones. La construcción de esta planta de tratamiento para el agua reciclada fue muy puntuada por la mesa de contratación. Hay que recordar que la oferta de FCC fue la más cara de todas las que se presentaron al concurso.