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Desde Conil

Entre trinos y colores

Mi mente traspasó el umbral del tiempo, haciéndome retroceder a mi infancia. Recordando cuando era niño, para ver una exposición ornitológica de estas características, tenía que desplazarme a otras localidades de nuestra provincia o viajar hacia otras provincias.

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El pasado puente de todos los Santos, tuve la suerte de asistir junto a mi hijo al concurso de pájaros, que organizaba la Asociación de canaricultura y ornitológica de Conil. Allí rodeado por la belleza de unos mil ejemplares entre canarios,  pájaros silvestres y exóticos.

Mi mente traspasó el umbral del tiempo, haciéndome retroceder a mi infancia. Recordando cuando era niño, para ver una exposición ornitológica  de estas características, tenía que desplazarme a otras localidades de nuestra provincia o viajar hacia otras provincias.

A principio de los años 80 tuve la satisfacción de asistir junto a mi padre y un amigo, a una exposición de canarios en San Fernando. Allí descubrí la belleza y el canto de los canarios Roller, de los flautas y de otros pájaros domésticos y silvestres que desconocía.


Después de pasar unos 35 años de aquella exposición que visite, hoy de nuevo vuelvo a contemplar un mosaico ornitológico de bellos plumajes. Observando aquellos pájaros, con la experiencia de haber pasado más de dos décadas criando canarios. Sin duda detrás de aquellos ejemplares había un gran  trabajo desarrollado, mucha dedicación, amor y paciencia. Eso se veía reflejado en la belleza de su plumaje, en la vitalidad que desprendían y en el canto alegre de sus trinos.

Llega un momento en la vida, que después de dedicarle tantas horas a estos pájaros,  le coges tal cariño que los quieres como si fueran miembros de tu familia. Procuras que no le falte en el casillero el mejor grano de cereales, siempre soplado para quitarle las cascarillas ya comidas.

Ni que le falte las frutas y verduras más frescas. En su dieta no puede faltar el mejor Jaramago florido y envainado, estos lo agradecerán con sus conciertos de cantos trinados cuando lo saquemos al sol, que es la fuente de sus alegrías. Procuramos mantener limpias y  esterilizadas las jaulas. En verano le cambiamos dos o tres veces el agua de beber, para mantenerla fresca. Además colocamos unas pequeñas bañeras para su baño y disfrute. Siempre los trataremos con  mucho mimo y cariño. Ya que forman parte de nuestra familia.

Con la sabiduría del que ha pasado la infancia y la pubertad entre estos maravillosos pájaros cantores, les quiero trasmitir mi agradecimiento a la asociación de canaricultura y ornitología de Conil  y demás colaboradores por esta magnífica exposición. Felicitar también a todos los concursantes por los bellos ejemplares que expusieron. Sin ellos esta muestra ornitológica no hubiera tenido tanto éxito como ha tenido.

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