Hacia mediados del siglo XX se descubrió en las excavaciones de la antigua Babilonia una tablilla cuneiforme -con escritura en forma de cuña- catalogada por los científicos como VAT 4956. Posteriormente se descubrió una copia de la misma. Los expertos demuestran que ambas son copias de otra más antigua y que esas copias fueron realizadas durante el periodo helenístico, en los tiempos en que Grecia dominaba Babilonia, a partir del año 323 A.C. Las dos tablillas mencionan en una parte que el texto ‘está roto’, lo que indica que el resto de la tablilla estaría de acuerdo con el original, escrito en tiempos de Nabucodonosor II, y que no fue inventado por los copistas posteriores, pues de otra manera no hubieran insertado lo de ‘está roto’.
Hoy día hasta los antiguos detractores aceptan que la tablilla VAT 4956 es genuina, aparte de que gracias a la misma ha podido establecerse el llamado ‘año científico absoluto’, que no es el 539 A.C., ya que esta última fecha no es absoluta porque no está demostrada astronómicamente. En cambio la fecha que da la tablilla VAT 4956 sí se ha confirmado como absoluta y está demostrada astronómicamente.
En su cabecera, la tablilla que nos ocupa indica que se escribió en el año 37 de Nabucodonosor y muestra 28 posiciones astronómicas (15 planetarias y 13 lunares) que se dieron en un determinado periodo de ese año de Nabucodonosor. Los planetas entonces conocidos, aparte de La Tierra, eran Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. Los astrónomos introdujeron los datos de la tablilla, ya convertidos a nomenclatura moderna, en el sofisticado programa informático que usan para determinar las posiciones estelares y los eclipses en un periodo de 25.920 años.
El periodo de 25.920 años es el tiempo que tarda el eje terrestre en dar una vuelta completa de 360 grados. La Tierra tiene principalmente tres movimientos: el de rotación sobre sí misma, que dura 24 horas, el de traslación alrededor del sol, con duración de un año, y el movimiento conocido como de ‘precesión’, que consiste en el cabeceo del eje terrestre a la manera de un trompo. Cada 2.160 años el eje de la Tierra apunta a una estrella guía diferente. En la actualidad apunta a la Polar de la Osa Menor. Y dentro de 25.920 años volverá a apuntar de nuevo a la estrella Polar.
En ese periodo de 25.920 años las posiciones estelares son diferentes. No se repiten hasta que no transcurran los 25.920 años. Por tanto, a los astrónomos que introdujeron en su programa informático los datos de la tablilla VAT 4956 les fue fácil determinar en qué año exacto se dieron las 28 posiciones que indica la tablilla, ya que desde el tiempo de Nabucodonosor hasta hoy apenas han transcurrido 2.600 años. Teniendo en cuenta el conjunto de todos los datos de la tablilla, el único año en que pudieron darse las posiciones indicadas fue el 568 A.C. Eso significa que el 568 A.C. correspondió al año 37 del reinado de Nabucodonosor.
Los detractores de la tablilla, que no aceptaban que la misma fuera auténtica, cambiaron de opinión y ahora la aceptan como verídica. Sin embargo solamente tienen en cuenta las 13 posiciones lunares y no las 15 posiciones planetarias que da la tablilla. Sin embargo los astrónomos, para poder determinar la fecha 568 A.C., tuvieron en cuenta las 28 posiciones. Si solamente se toman las 13 posiciones lunares para saber a qué año corresponde el 37 de Nabucodonosor, no es posible llegar a ningún año. La razón está en el periodo lunar ‘saros’.
La Luna, según la posición que ocupa frente a las constelaciones, tiene un periodo de aparente traslación de 18 años y 10 días. Al cabo de ese tiempo la Luna, según el observador, vuelve a ocupar la posición inicial frente a las constelaciones. Ese periodo de 18 años y 10 días se denomina ‘saros’ y los antiguos ya lo conocían. Ahora bien, desde los tiempos de Nabucodonosor hasta ahora, ¿cuántos periodos saros de 18 años y 10 días se han dado? Muchísimos. Por lo tanto, por las posicione lunares de la tablilla VAT 4956 es imposible saber a qué año de nuestro cómputo correspondió el 37 de Nabucodonosor.
En cambio, si se tienen en cuenta todas las posiciones de la tablilla, puede determinarse con exactitud la fecha del 568 A.C. como año 37 de Nabucodonosor debido a que se toma un periodo mucho mayor que el ‘saros’ lunar de 18 años. Ese largo periodo por el que se determina la fecha del 568 A.C. dura 25.920 años. Y desde los días de Nabucodonosor hasta hoy solamente ha transcurrido la décima parte de ese periodo.
Tenemos pues, que el año 568 A.C. está confirmado por los astrónomos como fecha científica absoluta’ que sirve para medir con exactitud los tiempos en que sucedieron los hechos históricos. Esta fecha está de acuerdo con los tiempos que marcaban los historiadores y los arqueólogos, que se basaban inicialmente en el año 539 A.C., fecha en que Babilonia cayó ante Ciro. La fecha del 539 A.C. no es absoluta porque no está comprobada por la Astronomía. Es fecha exacta, sí; pero no absoluta. Está basada en la cronología de Egipto, que señala que en el año 610 A.C. subió al trono el faraón Necao II, hijo de Psamético I. Necao es el Nekó que figura en la Biblia y éste acudió en el año primero de su reinado, es decir, a partir de la primavera del 609 A.C., en ayuda de los asirios refugiados en la ciudad de Harrán. Al mismo tiempo acudió a Harrán el rey de Babilonia Nabopolasar, padre de Nabucodonosor, quien venció a los asirios. Como Harrán, la última ciudad de Asiria, cayó en el 609 A.C. y el imperio babilonio duró 70 años a partir de esa fecha en que Asiria fue definitivamente anexionada a Babilonia, los historiadores aplicaron esos 70 años al 609 A.C. y así obtuvieron en principio la fecha del 539 A.C. para la caída de Babilonia. Ambas fechas, 609 y 539 A.C. fueron posteriormente corroboradas de varias maneras por los historiadores. Si los historiadores se hubieran equivocado en la fecha del 609, también se habrían equivocado en la del 539 A.C., ya que entre ambas fechas median 70 años, precisamente los más gloriosos del imperio babilonio.
Gracias a la tablilla cuneiforme VAT 4956 se sabe que el año 37 de Nabucodonosor correspondió al 568 A.C., año considerado por los expertos como ‘fecha científica absoluta’ y que sirve de ancla para medir los tiempos de la Historia con mayor precisión que la fecha 539 A.C. para la caída de Babilonia. La fecha del 568 A.C. está además de acuerdo con otras muchas que manejan los historiadores, sobre todo con la del 609 A.C. para la toma de Harrán e inicio del imperio babilonio absoluto y con la del 539 A.C. para la caída de ese gran Imperio.