Tras la toma de posesión de Celis como delegado del Gobierno en Andalucía ha trascendido la intención del nuevo Ejecutivo de nombrar al ex alcalde Monteseirín como delegado para la Zona Franca. Paradójicamente, la designación de Monteseirín tras siete años de ostracismo llega cuando la Asociación de Geógrafos  divulga el informe “Aproximación a la Geografía del despilfarrro en España…”, en el que se incluyen las Setas de la Encarnación, icono del mandato de aquél, si bien los geógrafos se quedan cortos en su estimación del coste final en 100 millones de euros, ya que habría ascendido tras sucesivos pleitos al menos a 116 millones.

Asimismo, la patronal Gaesco denunció que el Ayuntamiento firmó 70 convenios urbanísticos, en virtud de los  cuales  promotores y constructores abonaron más de 440 millones de euros, pero buena parte del dinero acabó en las Setas y otros proyectos impulsados por el ex alcalde, el cual dejó también facturas y litigios pendientes que sólo al gobierno de Espadas le han costado ya 59,7 millones. Así pues, el nombramiento de Monteseirín no está avalado por su gestión económica, sino todo lo contrario. Obedece a su afinidad con la facción ahora imperante en el PSOE y para devolverle  protagonismo político y social. Hagamos votos para que con él al frente la Zona Franca de Sevilla no aparezca en el futuro en otro informe sobre la geografía del despilfarro.