El albergue de los Caballeros Hospitalarios de San Juan Bautista de Cádiz no ha dado abasto en todo el verano, así lo constató ayer el visitador de la entidad, Crisolo Albusac, el cual constató que durante los meses de verano no ha habido camas libres. “Ha sido frenético, si se quedaba una cama libre, enseguida llegaba alguien para reclamarla. No hemos parado”, afirmó.
Normalmente, los meses de verano hasta ahora han sido bastante tranquilos para la entidad benéfica, pero este año se ha dado un factor que ha incrementado la afluencia de público, el cierre del albergue municipal. “Como el albergue municipal ha tenido que echar el cierre por obras, todos sus huéspedes han sido derivados al nuestro, era algo con lo que no contábamos y nos ha sorprendido”, añadió Albusac.
El albergue de los Caballeros Hospitalarios, situado en la calle Benjumeda, puede dar cobijo a 15 personas a la avez las cuales no pueden permanecer en él no más de tres días. Un vez discurrido este tiempo, deben dejar libre la cama, y cama que se quedaba libre, se volvía ocupar de forma instantánea.
Igualmente el visitador de la orden destacó como en estos últimos meses ha cambiado notablemente el perfil del huésped. “Los efectos de la crisis se notan mucho en el albergue, ya que hemos alojado a gente que hasta ahora uno no se podía imaginar que lo necesitasen, y es que la crisis ha dejado muchas familias de clases medias sin trabajo y sin poder hacer frente a los gastos normales, por lo que se ven en la calle sin recursos”, apuntó. O sea, que el albergue de los Caballeros Hospitalarios no sólo ha prestado alojamiento a las personas sin techo, sino también a gente que ha perdido su trabajo, están sin recursos y no tienen donde ir. Albusac también destacó la presencia de hombres que se han separado y se han quedado sin dinero, cosa que les impide para un alquilar. También los hay con pagas no contributivas.
El reparto de alimentos que cada miércoles realiza la orden benéfica también ha sido muy intenso, prestando atención a entre 80 y 90 personas a la semana. “Incluso hubo dos semanas en las que tuvimos que suspenderlo por falta de género”, informó Albusac. La mayoría de las personas venían solicitando alimentos básicos, como arroz, legumbres, pasta, aceite, harina, fruta y verduras.
“Tenemos que dar nuestro más sincero agradecimiento al Banco de Alimentos de Cádiz, pues gracias a ellos hemos podido repartir fruta a muchas familias necesitadas”, concluyó Albusac.