El gobierno local ha presentado el proyecto de reurbanización del paseo superior de la calle Torneo a lo largo de 1,5 kilómetros y con un coste de 6,1 millones de euros, cuya ejecución depende de los nuevos Presupuestos municipales. Se trata de una obra de gran envergadura -duraría año y medio- y absolutamente necesaria habida cuenta el deterioro acumulado por el pavimento tras los casi 30 años transcurridos desde la construcción de este paseo con motivo de la Expo-92, frente a cuyo recinto se ubica.
Al contrario que en otras desafortunadas reformas, como la del cercano Paseo Colón que ha quedado como la cubierta de un portaaviones, el Ayuntamiento, ante las demandas ciudadanas, se ha esforzado en combatir la imagen de dureza con la inclusión de parterres, nuevas plazas ajardinadas en los ensanches, fuentes, miradores, más árboles y dos gigantescas pérgolas de 461 metros. Mucho nos tememos que éstas sean de nuevo cuño, cuando nos hallamos ante una oportunidad única de recuperar las abandonadas pérgolas de la Exposición Universal, que fueron uno de los símbolos de la Muestra y que en gran número acabaron arrumbadas luego en la banqueta del Guadalquivir. Abogamos por que en un paseo tan vinculado a la Sevilla del 92 se recuperen las pérgolas ya históricas, so pena de que acaben oxidadas y como chatarra en una ciudad tan propensa al olvido como la nuestra.