Teniendo en cuenta la situación de “estrés hídrico” por la que atraviesan muchos olivares (algo que ha propiciado que la aceituna esté arrugada), así como los bajos precios, son muchos los que afrontan con preocupación la campaña, aunque no hay que olvidar que si hay cambios en las previsiones meteorológicas y la lluvia llega finalmente, se paliarán en gran medida los daños que actualmente se están produciendo.
En cuanto a producción, la Denominación de Origen “Estepa”, que abarca la comarca de Estepa y Puente Genil, estima que este año se alcanzarán los veintinueve millones de kilos de aceite de oliva virgen extra, lo que supondrá un incremento del 20% respecto a la campaña pasada. Más del 90% de la producción se obtendrá de la variedad hojiblanca, repartiéndose el resto entre las variedades arbequina, picual, lechín y manzanilla. Estas cinco variedades ofrecen la posibilidad de comercializar diferentes vírgenes extra monovarietales o coupages que den al aceite lo mejor de cada una. En cuanto a la calidad, desde la entidad se ha señalado que "de nuevo se obtendrán vírgenes extra que destacarán especialmente por su exquisito frutado y sus valores equilibrados de picor y amargor".
Por último, cabe recordar que las patronales agrarias y los sindicatos han suscrito esta semana un acuerdo por el cual los contratos que se realicen en las diferentes campañas de recolección en la provincia darán preferencia a aquellos trabajadores, nacionales o no, que estén adscritos al Servicio Andaluz de Empleo en los municipios donde se desarrolle cada recogida.