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Martes 23/04/2024  

Ecologistas denuncian que los fosfoyesos contaminan el entorno de Doñana

La Asociación Mesa de la Ría, Ecologistas en Acción, Greenpeace y WWF denunciaron ayer que la empresa, desde su planta de Huelva, ?venda fosfoyesos con elevados contenidos en metales tóxicos y radiactivos para ser utilizados como enmienda agrícola"

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  • Organizaciones ecologistas criticaron ayer el uso de fosfoyesos en agricultura.
Hace sólo dos días que Fertiberia ratificó con los sindicatos el acuerdo del plan global para el cese de vertidos de fosfoyesos a partir de 2012 y le siguen lloviendo las críticas. La Asociación Mesa de la Ría, Ecologistas en Acción, Greenpeace y WWF denunciaron ayer que la empresa, desde su planta de Huelva, “venda fosfoyesos con elevados contenidos en metales tóxicos y radiactivos para ser utilizados como enmienda agrícola en municipios de Sevilla y Cádiz”, para lo que aludieron a un informe elaborado por el equipo de investigación del Seprona de la Guardia Civil que consta en el procedimiento judicial del Juzgado de Instrucción número 4 de Huelva y actualmente en el de Lebrija, al que han tenido acceso estas asociaciones.
El responsable de la campaña de contaminación de Greenpeace, Julio Barea, informó de que la comarca “más afectada” por estas prácticas es la del Bajo Guadalquivir, frente al Parque Nacional de Doñana. “En total se trataría de unas 70.000 hectáreas de cultivos de girasol, remolacha, arroz y algodón”, añadió.
El informe, al que Barea calificó de “explícito y claro”, concluye entre otros aspectos que “los lixiviados de fosfoyesos presentan un pH muy ácido, elevadas concentraciones de sulfatos, calcio, sodio, fósforo y metales tóxicos entre los que se encuentra el uranio”, y que “el uso de fosfoyesos en agricultura, de forma intensiva o continua puede producir la acumulación de metales tóxicos como el uranio”.
Barea afirmó además, que “hace un mes hubo una reunión con la Comisión Europea sobre este caso y determinó que estos fosfoyesos fueran declarados residuos porque así lo son, y no subproductos, como defiende la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía”. Además, puso de relieve “la existencia de varios estudios firmados por la Administración andaluza que ponen de manifiesto la toxicidad de estos residuos”.

Piden una investigación sobre los efectos y la prohibición
 Según los agricultores de la zona “el uso de los fosfoyesos lleva realizándose, en algunos casos, más de 30 años en proporción de 10 toneladas por hectárea”, por lo que las asociaciones ecologistas concluyeron que “es evidente que el uso continuado de fosfoyesos con alto contenido de sustancias radiactivas puede estar afectando a los productos cultivados -de consumo humano- y a las aguas del entorno de Doñana”. Sin embargo, los ecologistas lamentaron que “la Junta de Andalucía permita el uso de este producto sin analizar adecuadamente la composición”, por lo que exigieron “la prohibición inmediata de su uso y la apertura de una investigación para valorar las posibles afecciones a la salud y al medio”.

“Contra la salud y el medio ambiente”
El responsable de la campaña de energía nuclear de Greenpeace, Carlos Bravo, aseguró ayer que “el uranio es muy radiactivo, por lo que al entrar en nuestro cuerpo invade a nuestras células y puede provocar enfermedades”, además, afirmó, “es tóxico, por lo que puede afectar entre otras cosas al funcionamiento de los riñones, y provocar incluso cáncer”. Por tanto, el responsable de Greenpeace afirmó que “este tipo de fosfoyesos se puedan estar vendiendo para uso agrícola es un atentado contra el medio ambiente y contra la salud”.

Fertiberia: “El uso en cultivos es totalmente legal”
El director de Fertiberia en Huelva, Roberto Ibáñez, aseguró ayer a este periódico que “la empresa no ha recibido ningún informe del Seprona ni ninguna notificación de denuncia” sobre el uso de fosfoyesos que ayer esgrimieron la Asociación Mesa de la Ría, Ecologistas en Acción, WWF y Greenpeace.
En este sentido, Ibáñez destacó que “la utilización de fosfoyesos en agricultura está regulada en el Real Decreto 824 de 2005 sobre productos fertilizantes, que en su apartado séptimo permite el uso como enmienda en cultivos del sulfato cálcico precipitado -fosfoyeso- que se obtiene de la producción de ácido fosfórico”, por lo que está actividad “está perfectamente regulada y dentro de la legalidad”.
Por su parte, el secretario general de la Federación de Industrias y Afines (FIA) de UGT en Huelva, Luciano Gómez, aseguró que estas organizaciones ecologistas “sólo quieren generar confusión y alarma social con denuncias que no se corresponden con la realidad, ya que la legislación europea -la más estricta en esta materia- permite el uso de yesos en la agricultura y hay informes científicos que niegan que puedan producir daños en el medio ambiente o la salud”.
Gómez criticó que “estas organizaciones ecologistas están obsesionadas con Fertiberia en Huelva, cuando este producto se utiliza en toda Europa, y no hay este tipo de denuncias alarmantes y falsas ”.
En cuanto a los estudios, el secretario de la FIA aseguró que tanto el Consejo de Seguridad Nuclear como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, junto a universidades como las de Huelva y Sevilla, “han realizado estudios y ninguno concluye que haya riesgos”.
Sobre esta base, Gómez destacó que “estas agrupaciones están manipulando la realidad y engañando de mala manera con denuncias en las que parece que se esconde algo oscuro y que responde a intereses que desconocemos”.

Informe “negativo” pedido por Greenpeace
El secretario general de la FIA subrayó que el propio informe encargado por Greenpeace al laboratorio francés Criidat “se volvió en su contra, porque las mediciones realizadas en el punto más caliente de las balsas de fosfoyesos sólo dio un nivel de 1,4 milisievert/año, sólo cuatro décimas superior a lo indicado por la UE en el entorno normal, e inferior al encontrado en una zona de Corrales”.

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