Me tienen que reconocer que lo que está sucediendo con el proceso de vacunación no es normal. Ni en nuestro país ni en el resto de la Unión Europea. Les digo esto en un contexto en el que la propia presidenta de la Comisión Europea ha defendido su gestión sobre las vacunas, después de una semana de duras críticas por los problemas en la producción y distribución de los fármacos.
Así, esta alta funcionaria de la Unión Europea explicó ante el Parlamento Europeo que la compra conjunta de vacunas dentro de la Unión Europea ha sido un éxito porque de lo contrario, se hubiese puesto en peligro el proyecto europeo, en que solo los países grandes hubiesen podido comprar grandes cantidades de vacunas, mientras el resto se quedaban sin ellas.
Yo no sé ustedes, pero no comparto esta reflexión de la señora Von der Leyen. Precisamente lo que pone en jaque a la propia Unión Europea es una gestión ineficiente como estamos viendo. ¿Dónde queda Europa frente al resto de países?, ¿cómo se puede justificar que un país como el Reino Unido, recientemente separado de la UE, tenga una velocidad de crucero en cuanto al número de vacunados y nosotros no?
Pues la respuesta es clara. El proyecto europeo de mercado único hace aguas por todas partes.
Quizás haya sido por optimismo, quizás por desconocimiento, quizás lo que haya fallado es el precio pagado. A lo mejor hay que ver si los requisitos que la Agencia Europea del Medicamento tiene para dicha aprobación. Eso sí sin menoscabar la seguridad. No debe primar la velocidad a la seguridad en la salud.
Desde hace tiempo les he escrito en este periódico insistiendo en la falta de liderazgo político en el mundo. Sobre todo, esta falta de visualiza en Europa. Y lo ocurrido con las vacunas ha sido significativo en cuanto al peso que ocupa Europa en el mundo.
Y en nuestro país mientras, ante la falta de vacunas, siguen saliendo nuevos casos de “robavacunas”. Esa nueva especie que bajo diversas justificaciones de lo más variopintas tratan de tapar la mierda de actuación que han tenido.
Perdonen que siga siendo tan duro con ellos pero, cuando hay cientos de ciudadanos falleciendo en nuestro país a diario, muchos de ellos que no han podido acceder aún a la vacunación, considero totalmente vergonzoso que haya sinvergüenzas de todas las esferas (política, técnica, del tejido asociativo y hasta de la Iglesia), que se hayan aprovechado.
¿Cuándo nos vamos a enterar de todos los casos?, ¿cuándo va a haber comisiones de investigación?, ¿cuándo se va a abordar una normativa de urgencia para sancionar duramente estas conductas irregulares.
En fin, según dicen, el carácter latino. Gracias a Dios todos no somos iguales.
