Con permiso de las lesiones, el clásico del próximo domingo entre el Barcelona y el Real Madrid tendrá tres debutantes de lujo: el portugués Cristiano Ronaldo, el brasileño Kaká y el sueco Zlatan Ibrahimovic.
Además de novatos, los tres han sido los jugadores más caros del mercado de esta temporada, con Ronaldo a la cabeza, por el que el Madrid pagó al Manchester United 94 millones de euros, seguidos de Ibrahimovic (69,5 millones, incluido el valor de Samuel Eto'o, pagados por el Barcelona al Inter) y Kaká (65 millones abonados por los blancos al Milán).
Kaká es el más seguro como titular, ya que Cristiano Ronaldo viene de una lesión de tobillo e Ibra de una muscular, aunque tanto el técnico blanco, el chileno Manuel Pellegrini, otro debutante del derbi, como el azulgrana, Pep Guardiola, confían en poder utilizarlos.
Las estrellas suele vivir estos partidos con una tensión especial, ya que los aficionados les exigen que marquen la diferencia, que sean los que resuelvan el partido en una jugada propia de su clase.
Además, el Madrid llega como líder al Camp Nou, con un punto de ventaja sobre el Barcelona, lo que ofrece un atractivo más al clásico.
“Es bueno llegar líderes y a un punto, si ganamos nos ponemos a cuatro. La liga es muy larga y quedan muchos partidos pero siempre es bueno ser el primero”, dijo Kaká en vísperas del partido.
Le responde Ibra: “El espíritu del Barcelona es muy ofensivo y estoy seguro de que ganaremos y anotaremos bastantes goles”.
Con este espíritu ganador, tanto Kaká como Ibra y, obviamente, Cristiano Ronaldo echan su mirada atrás, a la historia de los clásicos para inspirarse en el aliciente de victorias de sus predecesores galácticos en su estreno en este tipo de partidos.
Kaká se fijará en el otro Ronaldo, su compatriota, el conocido como Fenómeno, que el 6 de diciembre de 2003, en su primer clásico de blanco, anotó uno de los dos goles del triunfo del Real Madrid por 1-2, el primero en 20 años, y se convirtió en uno de los jugadores que ha marcado en los derbis con las dos camisetas, ya que con la azulgrana lo hizo en el 1-0 del 10 de mayo de 1997.
Cristiano Ronaldo en Luis Figo, que también jugó en los dos equipos, aunque sólo marcó con la camiseta azulgrana, una serie de tres goles que abrió en su debut del 10 de febrero de 1996 al anotar el segundo de la victoria por 3-0.
Ibra lo tiene muy claro: su referencia será el estreno de Leo Messi en el partido de máxima rivalidad de la Liga, el 10 de marzo de 2007, cuando la estrella argentina marcó los tres goles azulgranas del empate a tres, el último en el minuto 91 y se ganó para siempre la admiración de la hinchada.
Menos afortunado fue el debut en el clásico de su compatriota Alfredo Di Stefano, ya que marcó el primer gol del partido del 21 de febrero de 1954 pero el Barcelona se impuso por 5-1, en un partido en el que también se estrenó Paco Gento.
Independientemente del resultado final, cualquier jugador de fútbol, y más si es una estrella, aspira a disputar un partido de esta categoría mundial.
“He soñado con jugarlo”, reconoció David Beckham antes del duelo del 6 de diciembre de 2003, el mismo del gol de Ronaldo vestido de blanco.
Un sueño que miman estos días Cristiano Ronaldo, Kaká e Ibrahimovic, al lado de otros futbolistas cotizados de ambos equipos que pueden estrenarse mañana domingo, como el francés Karim Benzema, que pasó del Lyon al Real Madrid por 35 millones de euros, y el defensa ucranio Dmytro Chygryinskiy, por el que el Barcelona abonó al Shakhtar Donetsk 25 millones.