Me gustan los futbolistas cefalópodos, que van bien con cabeza y con los pies, como Andrés Fleurquin. Dicen que en él está la esperanza amarilla. Andrés: vuelve, vuelve por Navidad. Por la Inmaculada mejor.
El Cádiz CF está haciendo un proyecto interesante, empezando por Julio Peguero, continuando por Javi Gracia (¡le felicito por su Santo!) y terminando por los jugadores. La Segunda División tiene mucho fútbol. El problema surge del aburrimiento gaditano. Hay pocas cosas que interesan en Cádiz aparte del fútbol y esto hace que los aficionados piensen de manera obsesiva en su equipo, alimentados por una prensa bastante desquiciante que contribuye a desestabilizar al equipo, de la misma manera que nuestra delantera debiera o debiese desestabilizar a la defensa contraria. Qué bueno será que lleguen los Carnavales para que haya otro entretenimiento dispersivo del balompié.
El Cádiz está haciendo buen juego y por eso le meten cuatro y cinco goles, porque no se encierra. Va al ataque como Chiquito de la Calzada, o como iban antes los ejércitos españoles. Antes de que fueran en una ONG dirigida por una ministra de esas de "OTAN no, bases fuera". ¡Al ataque!
Si vas perdiendo por uno a cero, ¿qué más da perder por cuatro si tienes la posibilidad de empatar o remontar el partido? ¿Qué más da? Son tres puntos al fin y al cabo.
Entiendo que al pobre de Antonio Muñoz lo tengan aburrido y quiera vender el Cádiz. ¡Anda y que le den!, dirá para sus adentros. De todos los que le critican y sus mesnadas, ¿quién está dispuesto a invertir dinerito?
Me parece que están haciendo las cosas bien, hasta saben defenderse de los periodistas tontos y manipuladores sin necesidad de un "que la sigan chupando" que a veces se merece algún baboso. Dicen que la afición del Cádiz es la mejor, cosa que pongo en duda. Sí que jalea mucho, pero se deja manipular por una prensa sensacionalista, rosa o amarilla, que por darse importancia perjudica decisivamente los intereses del Cádiz Club de Fútbol. Cotillas deportivos.
No se puede hacer una empresa con estos sindicalistas de la comunicación torticera. No hay proyecto que resista a tantos insulsos comentarios. Lo mejor que podrían hacer muchos de estos periodistas en bien del Cádiz CF es irse a comentaristas políticos, o al paro o a la jubilación. El periodismo cadista -por tierra, mar y aire- podíamos definirlo como de entremetido, bullicioso y de poco provecho.
Aviso para navegantes del Submarino: cuidado con los mequetrefes. O el Cádiz se va a pique.