PEDRO SEVILLA/ RONDA
Dos años y una muerte después, el pintor arcense Alfonso Guerra Calle expone en Ronda su colección de óleos reunidos bajo el título ‘La luz de los pueblos blancos’. El rondeño Palacio de Santo Domingo acoge en su sala de exposiciones, lindante con la capilla gótico mudéjar del edificio, esta gavillada de luz que el pintor tenía preparada cuando en febrero de dos mil veinte le sobrevino la muerte.
La exposición póstuma obedece a la iniciativa de la familia, apoyada y auxiliada por algunos amigos, entre los que hay que destacar al fotógrafo Juan Mariscal, que han querido cumplir el último proyecto del pintor. Tras las oportunas gestiones ha podido hacerse realidad y el día tres, a las seis de la tarde, la familia Guerra Garrido y un nutrido grupo de arcenses, la mayoría de la Junta de los Ríos, participaron en esta exposición homenaje que estuvo llena de momentos emotivos. La familia, desde el primer momento, quiso dejar claro que aquel acto, sin duda con su componente artístico, era sobre todo un acto sentimental, y el cumplimiento de la última voluntad artística del pintor.
En la inauguración, entre otros, tomaron la palabra Isabel Guerra, hija mayor del pintor. La delegada de Cultura del Ayuntamiento de Arcos de la Frontera, María Macías, se trasladó a la ciudad malagueña para dar al acto carácter institucional y cerrar las intervenciones con una emotiva semblanza de Guerra Calle.