La festividad de San Pedro y San Pablo reviste un interés especial en Arcos, porque no todos los pueblos y ciudades tienen en su haber una imagen que representa a estos santos discípulos. En el caso de Arcos, la imagen del primero partió en procesión el pasado jueves desde la parroquia que lleva su nombre.
El desfile contó con muestras de apoyo popular, pues fueron numerosos los vecinos y curiosos que se acercaron a la vieja iglesia del casco antiguo para presenciar la procesión. Con los últimos rayos del sol de la tarde, San Pedro apareció bajo el pórtico parroquial en su paso portado por costaleros vecinos del casco antiguo y de las hermandades de la Parroquia, luciendo flores de rojo pasión y un halo de luz.
El desfile estuvo acompañado de la banda municipal de música Vicente Gómez Zarzuela, y contó como siempre con una representación de varias hermandades de la localidad que así apoyaron al santo coincidiendo con su onomástica. Después de la procesión, y ya a modo de fiesta, los vecinos pudieron disfrutar el tradicional tocino de San Pedro que se viene convirtiendo en una tradición de un tiempo a esta parte. Así se cerró una tarde noche de contrastes en el casco antiguo de Arcos y una jornada atípica con una procesión religiosa en pleno verano.