La Guardia Civil pedirá próximamente a Marruecos su colaboración para detener a Karim, el presunto piloto de la narcolancha que mató a dos agentes el pasado 9 de febrero en el puerto de Barbate (Cádiz) tras embestir a una patrullera del instituto armado y que estaría escondido en ese país.
Karim ha sido señalado por algunos acusados, testigos y defensas como el piloto de esa narcolancha, después de que se descartara la autoría de otra embarcación, pilotada por Francisco Javier M.P., alias Kiko el Cabra, en los hechos.
Según han indicado fuentes consultadas por EFE, no se descarta que el tío de Karim -Abdellah El Merabet, conocido como 'Pus Pus' y muy ligado al narcotráfico- estuviera dando protección al sospechoso desde que este se fugara a Marruecos.
'Pus Pus' posee varias propiedades inmobiliarias en la Costa del Sol, además de coches de alta gama, motos acuáticas, barcos recreativos e, incluso, un yate que suele fondear en un pantalán de Puerto Banús en Marbella, de color blanco y de dos plantas valorado en unos 500.000 euros.
Avanzan las pesquisas para detener a los autores
Las fuentes han precisado que los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) y de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz están avanzando en la identificación de los verdaderos autores del atropello que causó la muerte a los agentes David Pérez y Miguel Ángel González.
Sobre todo después de que se haya identificado plenamente a quienes los investigadores creen que pilotaba la lancha que arrolló a la Zodiac de la Guardia Civil en la noche del pasado 9 de febrero, suceso tras el cual Karim huyó a Marruecos, donde permanece oculto.
Es su tío 'Pus Pus' quien, al parecer, le protege. Los investigadores creen que Abdellah El Merabet es el jefe de la organización a la que pertenecían los ocupantes de la narcolancha y dueño de esta embarcación.
Por eso, las fuentes consultadas consideran que la detención de 'Pus Pus' supondría la caída de uno de los mayores traficantes de hachís que operan en la actualidad.
¿Posible colaboración de Marruecos?
La Guardia Civil pedirá ahora la colaboración de Marruecos para detener a los sospechosos.
No sería la primera vez que el país norteafricano aceptase una requisitoria de España y podría proceder a las detenciones.
Y aunque existen protocolos de colaboración entre ambos países para la extradición, esta se antoja complicada, han subrayado los expertos consultados por EFE, que recuerdan que la práctica más habitual es que los detenidos en aquel país sean juzgados en Marruecos y allí cumplan íntegramente la condenas, que suelen ser más altas que en España.
Los hechos tuvieron lugar el 9 de febrero y pocas horas después de producirse la Guardia Civil detuvo a seis personas, entre ellas a 'Kiko el Cabra', que acabaron en prisión por orden judicial.
Pero la posible autoría de estos detenidos planteó dudas y el instituto armado abrió una nueva línea de investigación.
Como resultado, las pesquisas determinaron que la narcolancha que pilotaba 'el Cabra' e intervenida al día siguiente de los hechos no fue la que embistió y mató a los agentes.
Tras un análisis exhaustivo de las imágenes captadas y de los teléfonos móviles, el informe de esa investigación concluyó que la narcolancha que embistió a la patrullera tenía la intención "clara e inequívoca" de causarles un "grave daño" o "quitarles la vida".
La narcolancha cuatrimotora (la que embistió a la patrullera) "no portaba droga, ni petacas de gasolina, ni migrantes", como ocurre en otras ocasiones en las que los narcos protegen la carga huyendo de las fuerzas de seguridad, destacaba el informe.
"Más allá de estar patroneando un género prohibido, nada tenían que 'defender' y, por tanto, la única explicación hallada para dar sentido al brutal ataque 'gratuito' acometido contra la embarcación de la Guardia Civil es la intención de causarles un grave daño quitarles la vida", añadía.
De esos análisis se determinó que la narcolancha que atacó a la patrullera oficial tenía cuatro motores y una antena, mientras que la que fue intervenida el día después de los hechos también era cuatrimotor, pero con dos antenas.
El informe de la Guardia Civil reconocía que las imágenes analizadas no ofrecían detalle suficiente para poder identificar ni a las personas, ni a la marca de las embarcaciones, pero sí permitían advertir todos los movimientos de una de ellas -la sospechosa- sin perderla de vista en ningún momento gracias a la superposición de las imágenes.